lunes, 25 de abril de 2011

Y Miranda se enamoró de Lescun, ascensión al Pic de La Leurt

            Los días de las invernales en el pirineo occidental están llegando a su fin este año, la nieve se está retirando de las cumbres y poco a poco solo los neveros con acumulación importante de nieve se mantienen blancos.

           Esta ha sido la primera visita a Lescun del 2011, para esta ocasión hemos elegido una cumbre de altura modesta. El Pic de La Leurt no llega a los 2.000 metros pero ha sido una ascensión entretenida. Nos desplazamos hasta el valle de víspera y una fina lluvia nos recibe en Masousa, las expectativas no son buenas, pero montamos rápidamente la tienda para dormir y nos acostamos con la esperanza de que el tiempo cambie por la noche. A la media hora de apagar la luz ya no oigo como las gotas de lluvia golpean en el doble techo de la tienda… .

          A las 6´30 h abro los ojos y solo se escucho el rumor del agua del torrente que baja impetuoso desde el fondo del valle, parece que no llueve. Pero en unos minutos percibo como comienza a caer una fina lluvia y nos desilusionamos un poco. Pero para sorpresa nuestra a la media hora ya no se escucha llover, abro la cremallera de la puerta de la tienda y vemos como se están abriendo claros en el cielo. Salimos rápidamente de los sacos, preparamos las mochilas y desayunamos sin perder un minuto. Recogemos la tienda y salimos para arriba viendo como grandes claros se adueñan del cielo.

            El bosque está bellísimo, Miranda está entusiasmada y disparamos muchas fotos que ralentizan nuestra marcha, un poco antes de llegar al Pont de Lamary tengo un descuido y el tobillo izdo se me dobla dolorosamente, me lo tiento un poco y me da la impresión de que no ha sido nada importante, continuamos con la marcha y en algo menos de dos horas llegamos a las cabañas de Ansabere. Allí, paramos a comer algo rápido y observamos que el cielo se mantiene sin cambios y los claros abundan. Seguimos por el sendero que sube al ibón de Ansabere, un poco antes de llegar al pequeño lago nos desviamos de ese sendero y afrontamos una media ladera que nos llevará a un collado en el costado norte del pico. En un principio nuestra idea era subir por la arista de la vertiente sur, pero un vertical muro de roca compacta nos obliga a cambiar de idea y tenemos que pasar a media ladera por debajo del pico para izarnos al collado norte. Desde allí un terreno sin demasiadas complicaciones, aunque en algún paso nos obliga a utilizar las manos para avanzar, nos lleva hasta la cima del Pic de La Leurt.

            En unos minutos vemos que amenazadoras nubes están cubriendo una buena parte del valle, sacamos rápidamente las fotos de rigor y emprendemos una huida hacia abajo intentando escapar de las nubes que van a llegar. Durante la bajada me doy cuenta de que el tobillo se me está cargando y unos agudos pinchados empiezan a amargarme el día, parece que la torcedura del tobillo durante la ascensión fue peor de lo que pensaba. Llegamos a las cabañas de Ansabere y el estado de mi tobillo ya se ha convertido en un lastre, comemos algo rápido y continuamos con el descenso. No puedo llevar un ritmo alegre en el caminar y les pido a Miranda y Txemi  que no me esperen más, que ya nos juntaremos en Masousa, los pinchazos van en aumento y me lo tomo con paciencia aunque estoy deseando llegar al final de la ruta.

          Al fin llego a Masousa y me quito las botas, el tobillo ya a comenzado a hincharse y por el color se puede adivinar que es fácil que haya algún pequeño derrame interno. La lluvia aguanta sin llegar y nos da tiempo a comer en Masousa.

          Otra cima de Lescun que nos deja un fenomenal sabor de boca, y un claro ejemplo de que no solo la altura cuenta en las montañas, La Leurt es pequeña comparada con sus vecinos, pero nos ha hecho disfrutar como cualquier otra montaña.

          Miranda ya está enganchada al valle.

Las fotos de la ascensión

Descarga el track desde aquí

viernes, 22 de abril de 2011

Kakueta, un cañón en Zuberoa.

Aita, ¿ que es un cañón ?, esa pregunta que me hizo un día una de mis hijas me hizo darme cuenta que la mejor forma de explicárselo sería conociendo uno.

          Aprovechando las vacaciones de semana santa, preparamos una excursión a la localidad de Sta Engratzia en Zuberoa, esta es una región de cañones y gargantas. Uno de ellos, Kakueta, es transitable para todas las edades, hay instaladas una serie de pasarelas en las paredes de la garganta que facilitan el progreso hasta llegar a una preciosa cascada. Esta vomita agua desde una gran oquedad situada a una veintena de metros del suelo en plena pared. Para los más peques es toda una aventura adentrarse en el cañón, las paredes que nos rodean llegan a tener en algún momento una gran altura y el fragor del agua saltando entre las rocas es constante.

          Tan solo deberemos de prestar atención especial en algún tramo con roca húmeda dado lo resbaladizo del firme que pisamos. La primavera es sin duda la mejor época para visitar la garganta, es entonces cuando mas agua fluye por el fondo del desfiladero y la cascada de la pared mana poderosa el resultado del deshielo de las cumbres pirenaicas.

          En la entrada de la garganta encontraremos unos cascos que se pueden usar a voluntad propia de cada uno, cabe recordar que hay que pagar una pequeña entrada para visitar el lugar, los txikis pagan 3´50 eur y los adultos 4´50 eur. El recorrido hasta la cascada rondará los 60 minutos dependiendo de nuestro paso, y al llegar a ella podremos introducirnos por detrás de la misma, hay un sendero que cruza por una gran oquedad escavada en la pared. El retorno al punto de partida se realiza por el mismo camino que hemos traído. En la entrada hay un pequeño bar donde se puede comer algo y conseguir bebidas, eso si, los precios son ciertamente elevados.

           Nuestra idea para después de comer era irnos a visitar otro mágico lugar de esas montañas, quería enseñarles la pasarela de Holtzarte. Pero un insistente peligro de tormentas para la tarde nos hizo cambiar de opinión y nos dedicamos al turismo rural por los pueblos de la región.  Hay muy cerca de Sta Engratzia una pequeña localidad llamada Licq o Ligi en euskera, allí podremos encontrar una pequeña industria cervecera artesanal donde se elaboran tres tipos de cervezas. La Brasserie Akerbeltz, que asi es como se llama el establecimiento, se puede visitar y ofrece una degustación y venta de sus productos. Nosotros nos hemos traído a casa unas muestras de los tres tipos de cervezas que elaboran, he probado ya la variedad tostada y tengo que decir que está buenísima.

           Luego nos fuimos a Maule, un pueblo de mayor tamaño  y allí quisimos visitar la pequeña fortificación del siglo XV que domina la localidad desde una pequeña colina. Tuvimos mala suerte pues estaba cerrada por descanso semanal y solo pude conseguir unas fotos del exterior. Una visita a ese territorio casi obliga a comprar uno de los productos estrella gastronómicos, hay una gran cantidad de granjas dedicadas a la cría de ocas, de ellas salen riquísimos magrets, confits, foies, rillettes etc… .

             Aconsejo la compra de “cotelettes”, son magrets pero cortados transversalmente y quedan como si fueran unos entrecots pero de oca, no os costará encontrar ese producto en los comercios de Maule. Luego solo habrá que hacerlos en una plancha muy caliente sin añadir aceite, el mismo producto al llevar una parte de piel esta contiene mucha grasa que se licúa. Dependiendo del grosor de la pieza se tendrán entre 1 y 2 minutos por cada lado en la plancha hasta que se doren por fuera y queden no demasiado hechos por dentro, tan solo le añadiremos una pizca de pimienta y sal.

Tras las compras y a media tarde se desató una tormenta que a buen seguro nos hubiera cogido en el sendero de la pasarela de Holtzarte, MeteoFrance acertó y nosotros también.

      Dejo unas fotos de la visita y un video del recorrido que valdrán para hacerse una idea de lo que nos podemos encontrar allí. Así mismo dejo el track, pero más que nada para saber donde se encuentra todo aquello, ya que el recorrido no tiene ninguna pérdida y es muy sencillo.

Descarga aquí el track del recorrido

Unas fotos del día

El video del recorrido por Kakueta

lunes, 18 de abril de 2011

Artikutza, fábrica de oxígeno.

Visitar Artikutza en plena explosión de primavera es una visita casi obligatoria, salvando las distancias creo que bien podría decirse que Artikutza es a Gipuzkoa lo que Irati a Navarra. Ayer domingo con una climatología insuperable completamos un recorrido muy recomendable para todos pero especialmente para hacerlo con txikis.

           Partiremos desde la casa de entrada al parque natural en Eskax, tras descender unos 300 m por la pista asfaltada que lleva a la diminuta población de Artikutza, veremos que un cartel informativo nos invita a salirnos del asfalto por la izquierda y comenzar la ruta por un magnífico bosque. Marcas blancas y amarillas nos guiaran por un sendero que no ofrece dudas ni problemas, cruzaremos arroyos de agua cristalina por vetustos puentes de madera, y en un punto del camino podremos asomarnos a ver como cae el agua en una cascada de considerable tamaño. Nuestros pasos siempre irán acompañados de hayas y robles, y en el tramo inferior del sendero aparecerán algunos coníferas. Los bosques que nos rodearán durante todo el trayecto son una auténtica joya que debemos preservar a toda costa, disfrutar de ellos tan cerca de casa es algo que no tiene precio.

           El descenso hasta Artikutza nos llevará dependiendo del paso que llevemos entre una hora y media y dos horas, si nuestra intención es realizar el recorrido con txikis de corta edad tal vez debamos evitar hacerlo tras fuertes caídas de lluvias. La ermita de S. Agustín nos recibe a la entrada de Artikutza, allí hay algunas zonas de juegos para los más pequeños y algunas mesas con bancos para comer, una fuente perenne de fresca agua nos permitirá llenar las cantimploras. En el lugar existe un pequeño albergue de uso público con mesas y bancos que nos permitirá cobijarnos en caso de inclemencias meteorológicas. En la actualidad apenas hay una población estable en Artikutza, el lugar es un auténtico remanso de paz, y el acceso en coche hasta allí está regulado por el ayuntamiento de Donostia que solo autoriza la entrada a un número determinado de vehículos al día.

              Para el retorno al punto de partida en Eskax nosotros escogimos el camino que sigue el trazado de un antiguo tren minero, su comienzo es un tanto duro por su acusada inclinación, pero en 15 ó 20 minutos habremos superado este tramo y el resto será un auténtico paseo por buen camino, las marcas blancas y amarillas también nos guiarán ahora hasta nuestro destino.

              Hacia la mitad del recorrido existe un balcón natural desde el que podremos observar la grandiosidad del parque y los límites de este. Desde ese lugar nos daremos cuenta que Artikutza es una auténtica selva, una fábrica de oxígeno. Hay un lugar señalizado donde podremos ver muy cerca del camino una antiguas muelas de molino abandonadas a su suerte, tan solo nos deberemos de desviar de nuestra senda unas pocas decenas de metros para observarlas in situ. Según vayamos avanzando por la senda, los coníferas irán disminuyendo dejando el protagonismo en exclusiva a las hayas y robles. La distancia de este camino de vuelta es prácticamente la misma que la del camino de bajada, por ello debemos estimar que con niños nos llevará cerca de las dos horas retornar a Eskax.

            Ahora es uno de los mejores momentos del año para visitar el parque de Artikutza, otro momento propicio es sin duda el otoño, entonces el bosque se viste de colores ocres que serán imposibles de olvidar. Sin duda, realizar dos visitas en esas dos diferentes épocas del año son una buena idea para comparar el estado de un mismo bosque en dos momentos tan diferentes.

Aquí puedes descargar el track

Recorrido por artikutza 

Mapa y perfil de la ruta

domingo, 10 de abril de 2011

Irati, verde que te quiero…

Ayer sábado en compañía de Juanan pudimos completar una bonita vuelta en ese verdadero pulmón de los pirineos. Cierto es que el calor tuvo un protagonismo fuera de lo común para estas fechas, aun así creo que ambos disfrutamos mucho con el recorrido. En los bosque de Irati la primavera llega al galope, solo en las zonas más altas y orientadas al norte se notaba un pequeño retraso en la brotes de las nuevas hojas de las hayas, en el resto, el verde ya a comenzado a ser el protagonista del paisaje. Caminar por los senderos de aquellos bosques es una auténtica delicia para los sentidos, ya durante la aproximación por la carretera que sube desde Otxagabia tuvimos el agradable encuentro con una familia de corzos. Para mi, poder disfrutar de la visión de estos poderosos animales a tan solo unos metros, es más que una razón para viajar hasta este rincón de los pirineos.

             Caminar escuchando el rumor de los arroyos que atraviesan los bosques, ver los primeros brotes de las hayas, escuchar a las lechuzas en la oscuridad de la noche o dejarnos llevar por nuestros pasos sin ver un alma en muchos kilómetros, son premios que siempre recibiremos en Irati.

            La ruta que completamos ayer, fue planificada de víspera tras apostar entre varios recorridos de la zona. Ascender a Okabe fue una buena idea, ninguno de los dos contábamos en nuestro historial con esa cima asi que se puede decir que fue una jornada bien aprovechada. La ruta comienza partiendo hacia el N desde el parking cercano a la ermita de la virgen de las nieves. Allí, un cartel indicador nos señala el comienzo del itinerario, un GR que lleva a Okabe. Pero nosotros abandonaremos ese GR a los 30 minutos aproximadamente de nuestra partida, daremos un giro hacia el NW comenzando una subida que posiblemente sea el tramo más bonito del recorrido. Caminaremos a menudo junto a cursos de agua y rodeados de abetos y hayas de una gran talla. Llegados al puente Contrasario, cercano al embalse de Irati, daremos un acusado giro hacia el N para acometer la verdadera subida de Okabe. La ruta va dando algunos rodeos buscando las zonas cómodas y avanzando a menudo a media ladera, tras llegar al collado de Oraate solo nos restará afrontar los últimos 150 metros de desnivel para hoyar la redondeada cima del monte Okabe.

          Para el retorno a nuestro punto de origen escogimos otros senderos, primeros descendimos al collado de Oraate y allí comenzamos el descenso hacia el sur por una pista asfaltada que abandonamos a los 300 m aproximadamente. Proseguimos por un GR que nace a la derecha de la pista asfaltada y nos introduce en un bosque mixto de hayas y abetos. Luego descendimos cómodamente por el nuevo sendero hasta un punto donde dimos un marcado giro hacia el E, allí iniciamos un tramo que fue ganando inclinación hasta llegar al fondo del valle donde “enganchamos” un cómodo camino que con dirección S nos devolvió al comienzo de nuestra ruta.

           Una vez más Irati nos demostró que es único, ya no quedan muchos bosques como aquellos, protejámoslos.

Descarga de aquí el track

Mapa y perfil de la ruta.

Las fotos del día

lunes, 4 de abril de 2011

La lluvia de Leaxpi, todo un clásico…

No es la primera vez que nos calamos hasta los huesos en la Gipuzkoa profunda y me temo que tampoco será la última. Tras la llamada de convocatoria de nuestros amigos de Leaxpi no quería perderme el encuentro, siempre lo digo, las kdds en mendiak.net son uno de los platos fuertes de esa fenomenal web de montaña. Quien no se halla decidido aun a asistir a una no sabe lo que se pierde.

           Al grano, suena el despertador a las 5´30 h, joder que sueño, anoche tuve una cena que empezó prontito pero la cosa se me alargó más de lo previsto y casi me dio la una cuando me metí en la cama… .

           Un café rapidito y salgo a paso rápido de casa rumbo a la estación de Renfe en Irún. En 20 minutos estoy en el andén,  con puntualidad inglesa sale el tren a las 6´15 h. Sabiendo que el viaje dura una hora y 20 minutos me he traído lectura, como no. Leo un artículo sobre la tierra natal de Marco Polo, la isla de Korkula en Croacia, y me viene a la mente mi amigo Llorenc de Barcelona, me pregunto si no tendrá previsto un viaje a aquella isla del Adriático, últimamente le vemos mucho viajando a islas que apenas hemos oído hablar de ellas. Durante el viaje en tren veo como suben y bajan muchos jóvenes que no van precisamente al monte, algunos van realmente tocados después de una noche que se adivina realmente loca… .

           Con las primeras luces llego a Leaxpi, he quedado con Aitor en la sociedad donde tras la caminata comeremos todos. Nada más bajar del apeadero se para un coche frente a mi, ¡¡ vaya, pero si es el forero Bidegorri y su mujer !! me acercan hasta la sociedad y le ayudamos a Aitor a montar la mesa para la comida, parece que seremos un buen grupo.

            Hemos quedado para comenzar la marcha en el apeadero de Brínkola, subimos hasta él en coche y allí nos juntamos todos. Llueve finamente y algunos prefieren quedarse en el pueblo para mojarse por dentro, el resto salimos a buen paso para intentar completar el recorrido previsto por los organizadores. Nos introducimos en un bonito bosque de pinos y alerces y las nubes bajas nos envuelven enseguida.DSC01451

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                   La lluvia arrecia y el que tiene paraguas se refugia bajo el, el que no se aguanta y se moja hasta la médula. La verdad es que el día no está para grandes empresas y se decide acortar el recorrido previsto, una pena pues se adivina fácilmente lo bonito del terreno por el que andamos.

              Disfrutamos de bonitos juegos de luces dentro de los bosques, las nubes juegan con nosotros.

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                Pero como más de uno dijo ayer, para saborear realmente un descanso y una buena comida primero hay que ganárselo, luego todo sabe mejor. Tras completar una vuelta de algo más de 14 km en menos de 4 horas nos vamos a las duchas que nos tiene preparadas Andrés, una maravilla poder calentar el cuerpo con agua muy caliente tras haber pasado unas horas empapados por la lluvia y con un desagradable destemple al final de la caminata. Lo mejor del día estaba reservado para el final, una comida a base de pulpo, ensalada y bacalao nos esperaba en la sociedad de Aitor. Una gran mesa nos reunió a más de 20 amigos para comer, beber y charlar, que más se puede pedir para terminar un día de montaña.

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          Tras una larga sobremesa donde se habló de ochomiles, de grandes montañeros, de futuros proyectos y de muchas divertidas anécdotas, y donde además alguno se fue para casa con un bonito regalo, llegó la hora de volver a casa. Me despido de todos y Andrés me acerca de nuevo al apeadero de Leaxpi, el tren llega puntual y a las 20 h estoy de nuevo en casa.

           Ya hay en la historia de mendiak.net otra fenomenal kdd, muchas gracias a todos esos amigos de Leaxpi que nos acogieron tan bien.

Descarga del track del recorrido realizado

Mapa y perfil