Hoy, sábado 10 de Noviembre, están partiendo de un pueblo francés en la costa atlántica un puñado de valientes, se van, se disponen a enfrentarse a una de las mayores aventuras que aún hoy en día pueden realizarse en contacto directo con la naturaleza, ellos solos y el mar. Otros teníamos planes infinitamente más modestos para la mañana…
Tras llevar un mes en dique seco, por fin llega un sábado con meteorología aceptable. Las diferentes webs consultadas dan cielos despejados por la mañana, viento flojo a primera hora de componente Sur aumentando durante la mañana hasta establecerse en fuerza 4-5.
Después de las últimas experiencias con el viento sur decido no volver a caer en el mismo error, coloco en el estay de proa un foque en lugar del génova. No quiero sorpresas y confío en las predicciones de aumento de la fuerza del viento.
Abandono el pantalán con un viento muy flojo que me entra por la popa, decido salir a la francesa izando solo el foque desde el primer momento. Nunca he navegado a vela por el canal que discurre paralelo al aeropuerto, es un tramo de unos 200 metros de longitud con una anchura de unos 25 metros, en los laterales la profundidad es limitada, ello hace que la anchura aprovechable para navegar por el canal quede algo reducida, sobre todo en marea baja. Aprovecho los catavientos de la pista del aeropuerto para asegurarme de la dirección de la suave brisa que me impulsa, navego a poco más de un nudo de velocidad, en silencio. Son poco más de las 8 h de la mañana y apenas hay gente paseando, después de varias semanas estoy nuevamente a flote… Ya no pongo motor hoy al salir, tras pasar las balizas que delimitan la zona navegable en el Bidasoa decido izar la mayor y avanzo a orejas de burro a 2-3 nudos. Se que si tuviera puesta ahora el génova avanzaría algo más rápido, pero las predicciones de viento fuerte para la mañana me las creo y prefiero navegar tranquilo.
Al llegar al final de los espigones cambio el rumbo, tomo el viento por la aleta de estribor y avanzo a casi 4 nudos. El mar está perfecto para navegar, apenas hay mar de fondo y el viento del sur, que ya ha subido algo de intensidad, se muestra muy agradable y de momento seguro. El cielo parece una acuarela y saco algunas fotos hacia el Larun y el Castillo d´Abadie, disfruto mucho mientras navego cómodamente con rumbo 40º.
Al rato decido trasluchar, llevo la mayor a crujía y realizo la maniobra poniendo ahora rumbo 320º hacia el Cabo de Higuer. Continúo acercándome hacia la salida de la bahía y noto claramente como el viento sur empieza a subir notablemente su fuerza, navego rápido a un largo y llego a los 5 nudos. Saco algunas otras fotos y decido regresar, hoy no puedo navegar mucho más, compromisos familiares así me lo obligan, además, el viento tiene pinta de ponerse a soplar con mucha fuerza y cumplir los pronósticos, Zaldi no es un barco que se encuentre cómodo con vientos fuerza 5.
Tras virar por avante, comienzo a ceñir y el viento va aumentando, tengo que orzar en alguna ocasión al llegar alguna racha más fuerte de viento. Poco a poco, y tras alguna virada más, voy acercándome a la entrada del Bidasoa. Allí, decido dar por finalizada la navegación a vela de hoy, pongo motor, arrío las velas y mientras me dirijo al pantalán voy arranchando el barco.
Han sido solo unas pocas millas las navegadas hoy, pero la sensación de navegar con viento ha vuelto a mi, navegar a vela se está volviendo en algo casi obsesivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario