A primera hora de la mañana nos juntamos en el puerto de Zumaia, ya que el barco está amarrado en este puerto, los 5 tripulantes. Lo primero de todo, me dicen, será cambiar las velas, van a colocar unas de fibra de carbono que rinden más que las que trae de serie. Entre quitar y poner se nos va una hora y con los nuevos trapos ya en su sitio partimos enseguida hacia Getaria, lugar de inicio de la regata. Llegamos a Getaria a las 11´30 h, aún queda 1/2 hora para la salida y los barcos buscan ya un buen sitio para la misma. Hay más de 20 veleros inscritos en la regata y la bahía de Getaria es un ir y venir de embarcaciones intentando colocarse lo mejor posible.
Son las 12 h, dan la salida, hay que navegar primeramente hasta una boya situada al NW y allí virar hacia el NE para encarar ya el largo de ida ida hasta la plataforma “La Gaviota”. El viento parece que quiere portarse y como estaba anunciado ha comenzado a subir un poco en intensidad, entra desde el NE y nuestra táctica va a ser navegar primeramente de través, lo haremos así hasta conseguir situarnos en la misma latitud, más o menos, que la de la plataforma “La Gaviota”. Una vez conseguida esa latitud sacaremos el spi y navegaremos con el viento de aleta, buscaremos con la mirada la boya colocada a 1 milla al SE de “La Gaviota” que marca el punto de retorno.
Algunos barcos comienzan a dejarnos atrás y a otros los dejamos nosotros. La mayoría opta por navegar a una distancia no muy lejos de la costa, pero nosotros queremos probar algo diferente y poco a poco ponemos rumbo NW entre el 295º y el 300º. A poca distancia de nosotros se sitúa otro velero, al que nosotros denominamos “el 53”, ya que lleva esos números en su matrícula. Parece que este velero ha tenido la misma idea y se mantiene a unos 200 metros de distancia por detrás. Pero antes de llegar a los 43º 30', que es la latitud de “La Gaviota”, el 53, saca su spi y varía su rumbo navegando de aleta al 270º. Nosotros insistimos en nuestra táctica y continuamos aún durante media hora más navegando al 300º.
Llegamos a la latitud 43º 30’ y desplegamos nuestro spi, para entonces el 53 se ha adelantado ya algo. Por si fuera poco, el viento ha perdido algo de fuerza y nuestra idea de navegar ahora rápidos con el spi se está esfumando, mala suerte. El 53 nos ha sacado un buen cacho y va a llegar antes a “La Gaviota”, nos contentamos con la esperanza de poder darle alcance en el regreso, intentaremos aprovechar las buenas maneras de nuestro barco navegando contra el viento.
Viramos en la boya situada el SE de “La Gaviota” y al encarar el SW vemos que el 53 está a una milla de distancia, pero nuestro propósito es claro, darle alcance y superarlo. El Xibika comienza navegar como el sabe y pronto alcanzamos y superamos los 6 nudos de velocidad, el viento se mantiene entre 6 y 8 nudos del NE y al cabo de una hora nos damos cuenta de que la distancia con el 53 se ha reducido. Navegamos pendientes del trimado de las velas para sacarles el máximo rendimiento y nuestro trabajo pronto da sus frutos, la distancia con el 53 se ha reducido mucho y vemos factible superarlo.
La previsión del viento decía que a las 20 h el viento caería de forma clara y parece que se cumplirá, ya nos cuesta superar los 5 nudos de velocidad pero el 53 es nuestro. Por estribor vemos otros dos participantes que han perdido fuelle y decidimos ir a por ellos también, el Xibika se está portando a pesar del flojo viento. Para ayudar a las velas nos colocamos todos a sotavento, el patrón se da cuenta de que llevamos los depósitos de agua llenos, son más de 200 kg de lastre que podemos prescindir de ellos, abrimos los grifos y vaciamos. El viento es ya muy flojo y algún velero tiene serios problemas para poder avanzar, lo superamos también y van 4 ya en la vuelta. La noche nos ha alcanzado, estamos a menos de dos millas del ratón de Getaria, el faro nos guía.
Sobre las 22´30 h nos dan por radio el “TOP” de llegada, nos felicitamos, por detrás aún quedan bastantes barcos por llegar. Nosotros ponemos motor y nos vamos a Zumaia, puerto base del Xibika. Allí arranchamos el barco y damos por terminado el día cuando el reloj marca ya casi las 24 h, ha sido un día largo e intenso. He participado en mi primera regata de una distancia respetable ( al menos para mi, la distancia ), una experiencia fenomenal.
Reconozco que la competición no es lo que más me llama, pero hay que ver lo que se puede aprender en un día como este…
Poco a poco estoy notando como los brazos de Neptuno me abrazan más y más, el mar, y más concretamente navegar a vela, ocupa en esta fase de mi vida un hueco cada vez mayor., será el embrujo del mar, será el canto de las sirenas…
Dejo un vídeo con imágenes de la regata.
4 comentarios:
Pues para no llamarte la competición, la has vivido a tope... :-)
Me ha encantado lo de vaciar el "lastre" para quitar peso. Menos mal que el patrón no decidió prescindir del novato, si no, te veo acabando la regata a nado :-D
Reconozco que un poco de envidia sí me ha dado... :-)
Veo muy difícil no poder disfrutar de algo así aunque no guste la competición. Claro está que esto se parece más a una travesía de crucero que a una prueba de velocidad, con viento tan uniforme como el que tuvimos no se hacen demasiadas maniobras. Eso sí, trimar y trimar constantemente, todo el rato mirando a las velas.
Sí sí, si el patrón se da cuenta del peso en canal del escotas de génova voy al agua fijo ja ja ja ja .
Cuídate Jon.
Cada vez más metido en faena. Ya sabes "cortando coj... se aprende a capar".
A seguir así y fenomenal por el contenido del último párrafo.
Un abrazo Fernado.
Alberto
Hola Andua! Qué casualidad. Acabo de entrar a tu blog tras ver el comentario que has dejado en el mío y he visto este post.
Curiosamente, fuimos "rivales" en esta regata. Llevo varios años regateando en la liga de Invierno de Getaria, en el Skama, y unas cuantas "gaviotas" a la espalda.
Definitivamente hicisteis mejor regata que nosotros.
¡A ver si nos vemos en otra ocasión!
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