sábado, 30 de mayo de 2015

Avistamiento al norte de Cabo de Higer

       Siempre que salgo a navegar lo hago pensando en un avistamiento de cetáceos, no lo puedo evitar, ver animales en su medio natural me resulta realmente apasionante. Tengo que reconocer que cuando recorrí los senderos de los valles de Lescun y Zuriza siempre albergué la esperanza de tener un encuentro, aunque fuese a distancia, con un oso, por desgracia fue un sueño no cumplido…
       Pero en esta ocasión la suerte ha estado de mi parte, cierto es que no se puede comparar el número de delfines que habitan cerca de nuestras costas, con el de osos en el pirineo.
      Llevaba esta semana saliendo por las tardes algunos días, la mar ha estado perfecta para navegar, asi que tras comer y echarme una corta siesta he aprovechado para hacer unas millas con Siracusa. Con un suave viento, F2, del NW he puesto hoy proa al Norte, la ausencia de olas me ha permitido dejar la bahía de Txingudi enseguida y al cabo de unos minutos el encuentro ha sucedido a un par de millas frente al faro de Higer. Sobra decir que he disfrutado como un niño y reconozco que hasta me he emocionado navegando junto a esas criaturas tan hermosas.
      Los he visto llegar por estribor y al llegar a mi altura han empezado a seguirme. Han estado junto al velero unos 10 minutos, pasaban bajo el casco, se ponían en proa y en un par de ocasiones han estado golpeando con su cola la superficie como intentando llamar mi atención, algo realmente curioso. Dado que la altura de francobordo del Siracusa es pequeña, ello contribuye a que la sensación de proximidad aumente, alguien situado hoy en proa podría haberlos llegado a tocar.













Otro velero con bandera francesa que estaba por allí se ha dado cuenta de lo que sucedía y se ha acercado también a disfrutar, luego, su patrón, me ha gritado desde cubierta,  ¡¡ INCROYABLE !!, que razón tenía.

4 comentarios:

Viriato dijo...

Hola Fernando, es precioso navegar entre delfines, emociona siempre que ocurre. Aparecen sin ruido, elegantes, se cruzan con tu proa, juegan, te miran y de un coletazo desaparecen dejandote una inconcebible sensación de felicidad. ¡Si es que navegar es maravilloso!
Un fuerte abrazo
Viriato

Paco Pineda dijo...

¡Me gusta! (comentario rápido tipo "Caralibro").

Hooper dijo...

Tengo doble envidia, por la navegación con un mar tan bonito y por semejante encuentro. Que sí que hay muchos, pero siempre es emocionante. ZORIONAK!!

Fernando dijo...

Gracias a los tres, os aseguro hoy me dura la emoción. Me encanta ver animales en su medio. Daban tentaciones de echarse al agua a jugar con ellos.
En fin, seguiremos esperando más encuentros.
Un saludo.