Los partes de viento no daban precisamente muchas esperanzas para una divertida navegación, tan solo a partir de las 14 h estaba anunciado un incremento del viento. Pero para esa hora nosotros ya teníamos pensado estar en tierra. La suerte se alió con nosotros ayer y ese viento del noroeste se adelantó algo más de dos horas.
Al llegar al pantalán, los pabellones de todos los barcos están completamente caídos y la ausencia de viento es total. Pero mientras preparamos la embarcación se empieza a percibir un ligera brisa que consigue darnos alguna esperanza de que algo nos moveremos fuera. Abandonamos el amarre a eso de las 10´30 h y tras sobrepasar la bocana del puerto deportivo de Hondarribia nos decidimos a izar la mayor, acto seguido hacemos lo propio con el génova y comenzamos a navegar suavemente, muy tranquilos, a unos 2 nudos. Poco a poco vamos ganando el Cabo de Higuer y notamos como la brisa, que ya se deja notar algo más, nos empuja a unos 3 nudos. El día empieza a prometer, el cielo está azul y a pesar de existir una mar de fondo cercana a los dos metros, la superficie está bastante ordenada. Llevamos un rumbo de 10 º N y navegamos amurados a babor a un descuartelar cercano a la ceñida que nos es muy cómodo.
Avanzamos hasta situarnos a tres millas de la costa, consultamos el reloj y decidimos regresar a la bahía pues queremos estar de regreso a la hora de comer. Es entonces cuando nos percatamos de que el viento ha refrescado algo y Zaldi nos lleva hacia casa sobrepasando los 4 nudos, disfrutamos. Ahora el viento nos entra entre el través y la aleta de estribor y comienza lo bueno. La velocidad de Zaldi va aumentando poco a poco, ya navegamos a 5 nudos, el viento sigue refrescando y tenemos que colocarnos los tres en la misma banda para intentar compensar la escora. La diversión es palpable, nos agarramos los machos y Zaldi supera en ocasiones los 6 nudos de velocidad, las escoras empiezan a ser importantes y vamos atentos a la escota de la mayor. Decido no tomar ningún rizo, se que he navegado en alguna ocasión con viento de 15 nudos sin disminuir velas y ahora el viento ronda los 12 nudos así que ¡¡ adelante !! . Lo que al salir nos ha costado navegar una hora, ahora lo recorremos en 30 minutos, entramos en la bahía a toda vela y decidimos dar una pequeña vuelta más para disfrutar de este fenomenal viento, volvemos a salir hacia el norte durante 15 minutos y luego regresamos.
Una vez ya dentro de la desembocadura del Bidasoa, y con el viento muy disminuido, arriamos velas y nos dirigimos al pantalán a motor. Creo que mis amigos Kris y Jose se han divertido esta mañana. Han podido darse cuenta de lo fenomenal que puede ser una navegación con un viento notable y eso en un cascarón de seis metros.
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