El martes pudimos disfrutar de un día espectacular navegando frente a Iparralde, el viento estuvo presente toda la tarde y hasta podría decirse que fue muy generoso. Eolo soplaba desde el Norte con un toque del Este con una fuerza de entre 10 y 12 nudos con alguna racha de poco más.
La marea estaba alta y la mar de fondo brillaba por su ausencia, era el día perfecto para tentar un poco a la suerte...La idea de navegar frente a las gemelas me rondaba desde hacía unas semanas, allí hay que navegar por un paso delimitado por un lado por la propia costa y por el otro están los bajos conocidos como Las Erretas, son unos 400 metros de pasillo por donde hay que meter el velero intentando no acercarse a ninguno de las dos peligros. Ayudados de la pleamar y del poco calado de nuestra embarcación, 1,10 metros, nos decidimos a navegar por allí. Un viento que nos entraba con ganas por el través nos hizo escorar en alguna ocasión con generosidad, pero la cosa no pasó de ahí, fueron unos momentos de navegación muy muy divertida y excitante. Tras sobrepasar Las Gemelas nos percatamos que por proa a unos 200 metros asomaba un bajo que en la carta no aparecía, era una gran roca que con la marea alta queda casi oculta por completo, gracias a algunas pequeñas olas pudimos ver la espuma formada al romper estas y marque un waypoint que ya siempre llevaré en mi carta.
Luego seguimos navegando ya más tranquilos hacia St Jean de Luz por aguas más profundas. Cuando creímos que ya podríamos virar para salvar a la vuelta los bajos dejándolos ahora por babor, hicimos la maniobra, pusimos proa al NW pero no tardamos en darnos cuenta que aún habría que navegar más hacia el E para poder salvar los bajos con tranquilidad. Volvimos a virar y navegamos unos minutos más hacia Sokoa.
Al rato volvimos a virar hacia el NW y ahora si que teníamos aguas libres para volver a Hondarribia. Al principio tomamos el viento por un descuartelar, posteriormente fuimos apuntando con la proa hacia nuestro puerto de salida y el viento lo tomamos ya de través. Pronto tuvimos que virar un poco más hacia el WSW y el viento comenzó a entrarnos por la aleta de estribor, navegábamos magníficamente a un largo y el gps empezó a pasar la barrera de los 6 nudos de velocidad, llegamos a tener una máxima de 6´8 nudos, lo cual no está nada mal para un cascarón de 20 pies de eslora.
Para terminar viramos más hacia el sur y el viento lo recibíamos ya por la popa, pusimos las velas durante un rato a orejas de burro y mantuvimos unos alegres 4 nudos de velocidad hasta cerca del puerto refugio, allí recogimos la vela de proa y continuamos navegando solo con la mayor por la desembocadura del Bidasoa. Fue sin duda un tarde memorable para unos novatos como aún lo somos nosotros.
Una imagen del recorrido efectuado y un pequeño vídeo.
Navegando junto a las gemelas from Andua on Vimeo.
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