sábado, 16 de junio de 2012

Un paso más, a solas con el viento.

         Una vez más lo que para algunos es algo habitual, para mi fue el miércoles motivo de gran satisfacción. Llevaba ya unas semanas con ganas de salir solo a navegar, tras recibir algunos consejos de diferentes amigos me decidí por fin.

         La experiencia fue muy placentera, los clásicos nervios de una primera vez también estuvieron presentes, pero la cosa no paso de ahí, unos nervios. Seguí las normas, que se marcan para estos casos, a rajatabla, me aproé al viento para subir la mayor y a continuación cogí un rumbo para que la mayor portara ya algo de viento mientras subía el génova. Una vez con las velas trimadas correctamente comencé disfrutar, salí hasta el Cabo de Higuer. Allí la mar de fondo se dejaba notar algo más y me mecía como invitándome a quedarme hasta la noche. Por un momento pensé que sería una buena idea ver anochecer junto al cabo, pero ya era suficiente para la primera vez, puse proa a puerto y con una gran sonrisa en la cara regresé. Los bordos que tuve que hacer los efectué sin dificultad alguna y procuré disfrutar de la tarde, cosa que conseguí.

       Luego llegó la hora de entrar a puerto, volví a aproarme al viento y sujeté el timón a la vía mientras arriaba el génova. Una vez abajo la vela de proa, hice lo propio con la mayor, la bajé a pesar del balanceo del barco mientras efectuaba la maniobra. Hoy he recibido otro consejo de otro navegante solitario, es mejor que la mayor la arríe en un lugar más protegido, con menos viento y sin olas que me balanceen, me costará menos y será más seguro. Creo que hasta ya sé donde efectuaré la próxima vez esta maniobra.

   Bueno, el caso es que disfruté navegando solo, es diferente, es como cuando vamos solos al monte, más íntimo. Estoy seguro que repetiré. Me gustó estar a solas con el viento. Como escribió una vez un amigo mío, “sensaciones acojonantes”.

Un pequeño video de la experiencia.

 

 

domingo, 3 de junio de 2012

Galerna en Txingudi a bordo de un Somo 20

Ayer sábado pudimos disfrutar de una buena experiencia en la costa de Hondarribia, desde el día anterior los partes de viento eran muy claros y en prácticamente todas las webs coincidían, habría un rápido cambio de dirección  y fuerza del viento.
        En una de esas webs, windguru, anunciaban el cambio entre las 11 h y las 14 h, nosotros decidimos salir a navegar esa mañana. Tras estar en sobreaviso navegamos con la radio en el canal 16 atentos a los partes del tiempo.
        Partimos del pantalán con muy poco viento, tan solo una casi inapreciable brisa del sur, izamos enseguida la vela mayor y a continuación lo hacemos con el génova. A pesar de la escasez de viento, decidimos parar el motor y disfrutar de la tranquilidad que un mar como un espejo nos da esa mañana. Muy lentamente vamos saliendo de la bahía, Javier, uno de mis acompañantes tenía ganas de ver Jaizkibel desde el mar, asi que decidimos poner motor de nuevo y salimos hacia el mar.
     La radio habla, ¡¡ hay aviso, hay aviso !! el viento rolara al Oeste con fuerza 6 a 7… demasiado para Zaldi, he navegado con fuerza 5 un día pero más que eso nada de nada, ni lo quiero probar todavía, no me considero capaz todavía de gobernar la embarcación con ese viento.
      Tras contemplar Jaizkibel y sacar las pertinentes fotos decidimos poner motor de nuevo y aproximarnos de nuevo al interior de la bahía en prevención de la llegada del anunciado cambio de viento, algo que de momento no parecía que iba a suceder. Por proa empezamos a ver como dentro de la bahía hay algún velero que navega con las velas izadas, de hecho la superficie del mar allí tiene ya otro aspecto, no nos encontramos muy lejos de ese limite donde el mar parece que cambia algo y llegamos enseguida a una zona donde una suave brisa del sur nos permite parar el motor y avanzar ciñendo.
       Comenzamos poniendo rumbo hacia las Gemelas de Hendaia y el viento gana algo, navegamos a una velocidad que oscila entre 3 y 4 nudos y disfrutamos. Damos un bordo y nos encaramos hacia Jaizkibel, el viento sigue sin alarmarnos, gozamos mucho. Al rato decidimos dar otro bordo para continuar adentrándonos en la bahía y es en ese preciso momento cuando nos damos cuenta de que el viento ha girado, ahora podemos llevar un rumbo Sur sin problemas que nos permite entrar en la bahía enseguida. Poco a poco la intensidad también va variando y en el gps vemos que navegamos a 5 nudos, que maravilla.
       Pero enseguida miro a la playa y vemos algo que no nos gusta nada, allí está soplando un viento muy fuerte que levanta mucha arena, es una galerna, no hay duda, y enseguida no va a alcanzar a nosotros. Juanan se queda al timón, le indica a Javier que me suelte la driza del génova y colocado yo en proa arrío el génova, la galerna la tenemos encima, nos viene del Oeste como habían anunciado y desde luego que con una gran fuerza, decido navegar solo con la mayor sin tomar rizos pero jugando con la escota para evitar escoradas fuertes. Así, poco a poco, vamos acercándonos a la zona que está frente a la playa intentando buscar la protección del monte pensando que nos cortará un poco el viento. Pero sucede lo contrario, el viento tiende a intensificarse y hay que bajar la mayor enseguida, el barco empieza a estar incontrolable. Le indico a Juanan que procure aproarse al viento y me coloco junto al mástil para bajar la mayor. Menos mal que podemos arriarla sin demasiados problemas, el viento arrecia y aun sin velas la embarcación se escora bastante, con el motor arrancado nos dirigimos a las boyas que hay frente a la escuela de vela, pongo proa al viento y nos aproximamos a una, Juanan atrapa enseguida la estatxa de la boya y allí decidimos esperar a que baje el vendabal.
         Mientras nos dedicamos a mover los carrillos vamos notando como poco a poco el viento pierde algo de fuerza, y una hora después ya está la cosa medianamente normalizada, largamos la estatxa de la boya y nos vamos a puerto. Creo que hoy nos hemos divertido todos y yo sigo aprendiendo, he podido comprobar como el dicho que se suele oír de que cuando tengas dudas de coger un rizo es el momento de cogerlo sin duda, es cierto.
Recorrido efectuado:


Un video de la mañana donde se pueden ver las diferentes condiciones de la mar.