martes, 30 de diciembre de 2014

Especie en peligro de extinción

           Nos toca vivir unos tiempos en los que la palabra amistad va perdiendo una fuerza a la que no debemos renunciar. Amigo, una escueta palabra que encierra unos valores sin los cuales la vida se torna difícil, oscura.
         Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, pero tener un amigo es cosa de dos, el fuego no existe por que sí, hace falta un combustible y un comburente, si uno de los dos no está la amistad, el fuego, no existe. Será pues imprescindible ir alimentando poco a poco esa llama para que no decaiga.
       Hoy, al llegar a casa después del trabajo me he encontrado con un paquete que no esperaba recibir, repaso mentalmente mi lista de posibles compras, nada, yo no he pedido nada y menos de este tamaño…, el paquete tiene un volumen considerable. Lo primero que se me viene a la cabeza es que sea alguna compra de la que duerme a mi lado. Pero mis dudas no tardan en ser borradas de cuajo, miro el remitente, el paquete proviene de Valladolid. Para nosotros en casa decir Valladolid es decir Apala, mi amigo Apala, aquel que conocí en la minúscula aldea de Rodellar del prepirineo oscense, de aquello hace ya muchos años. Fue un encuentro casual, de los que suceden de manera inesperada. Ya la primera noche compartimos borrachera, luego, con el tiempo, compartimos más experiencias, descensos de cañones, algunas cimas, algunas escaladas de poco pelo, visitas a Pucela y al pueblo de La Uña en la montaña leonesa, lugar donde nuestros amigos, hablo en plural por que son dos, Apala y Toña, tienen su oasis secreto para escapar del agobio del mundo de las prisas.
          Pero también ellos se acercaron a nuestra tierra ( aún lo hacen a día de hoy ), les enseñamos nuestra ciudad, Donostia, sus fiestas, sus gentes, les mostramos lo importante que es para nosotros sentarse alrededor de una mesa con amigos… Un día por fin tuve la ocasión de mostrarles algo que no conocían a buen seguro, les mostré el mar, pero no el mar visto desde tierra, ese, como la inmensa mayoría de los mortales ya lo conocían,  pude enseñarles el mar desde el mar. El mar, mi otra mitad, navegamos a vela. De esa forma pude sentir que parte de mi deuda la estaba saldando, la balanza se equilibraba, sabía que para ellos navegar a vela era una experiencia única, la mar estaba ayudando a que nuestra amistad se hiciera más firme, compartimos timón, escotas, y brisas…
       Pero volvamos al paquete, nada más leer el remitente una mueca de alegría se dibuja en mi cara, la curiosidad me emborracha y me apresuro a ver las entrañas de la misteriosa caja de cartón. La abro y  ¡¡ sorpresa !!, algo hecho a mano y de lana aparece, es grande, viene enrollado, lo extiendo y no doy crédito a lo que veo.
















 Es la portada del libro que un día escribí para mis hijas, me emociono al verlo, es una gruesa manta que Toña a tejido para nosotros, “La manta de los vientos” la ha bautizado Apala. No la busquéis en las tiendas por que no hay otra igual.














Es imposible no sentirse afortunado cuando uno tiene unos amigos así, son, una especie en peligro de extinción.
MUCHAS GRACIAS TOÑA Y APALA.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Recordando las noches

         Texto copiado de la publicación del equipo SCA de la VolvoOceanRace. Escrito el 1 de diciembre en algún punto del océano Índico al NE de Madagascar:

    Cuando era pequeña, mi madre me decía que no había nada más especial que ver las estrellas en alta mar. Abby está de acuerdo: “Lo que más me gusta de navegar de noche son las estrellas; y como no hay luces procedentes de ninguna ciudad pues se ven muchísimas”

Lo cierto es que no sabemos mucho sobre las constelaciones pero tampoco importa, es el universo en estado puro sobre nosotras. Esta noche, las condiciones son cálidas y con una brisa constante (que tiende a descomponerse poco a poco).

La navegación nocturna es la otra cara de la Volvo Ocean Race. Las cámaras necesitan luz para grabar y es realmente complicado poder documentar algo en vídeo sin embargo –para la tripulación- la navegación nocturna es igual de importante. A bordo del Team SCA (24/7) las tripulantes continúan luchando con todas sus fuerzas y de noche lo hacen como si navegaran con una venda en los ojos.

“La verdad es que me gusta mucho navegar de noche” decía Sam. “La navegación alcanza un nuevo nivel, de hecho mis mejores registros se dan de noche”.

Por la noche, si tienes suerte, no solo tienes las estrellas y la luna sino también los cálculos necesarios para llevar el barco y para orientarlo. Sin embargo, en otras circunstancias sucede todo lo contrario y solo tienes esos cálculos para navegar, porque por lo demás, estás a ciegas. Durante muchas horas (y hasta que no llega el amanecer) lo único que las chicas pueden hacer es mirar los números rojos del mástil.

La noche da lugar a un mundo nuevo. En el cielo hay estrellas fugaces, ves la luna, las constelaciones y en el mar las olas tienen un brillo de color verde. “Lo que más me gusta de navegar de noche es ver el brillo intenso del plancton” decía Justine. Cada vez que las olas chocan con la proa, el agua toma ese color verde y es como si hubiera electricidad en el mar.

“La noche es genial ya que no hay distracciones” comentaba Dee. “Sin embargo la parte del día en la que más me gusta navegar es en la puesta de sol. Es ese momento en el que puedes disfrutar de toda esa belleza que te rodea mientras saboreas una taza de te y disfrutas de esos cinco minutos que luego dan paso a la noche. De alguna forma siempre sabes que la noche va a ser dura por lo que no está mal disfrutar del atardecer”.

         

           Pues ha sido terminar de leer este artículo y ponerse mi mente a trabajar… Apenas he navegado de noche, diría que tan solo durante media docena de oscuras ocasiones he tenido la oportunidad de disfrutar de esa especial situación.
         Reconozco que lo he hecho además sin una tranquilizadora experiencia al timón, incluso recuerdo la opinión de algún amigo intentando disuadirme antes de soltar las amarras de mi pantalán en una templada tarde de verano... Pero siempre lo he hecho con buenas condiciones meteorológicas y asegurándome de la predicción.

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         Frente a la bahía de Txingudi y guiado por el haz del faro de Higer, he navegado algunas noches, eso sí, sin perder de vista los destellos lejanos de las luces de los que se sienten seguros con los pies en el suelo. Algo tendrán las noches que a tantos atrae, también buceando sucede, las inmersiones nocturnas llevan una carga adicional de emoción, la adrenalina se desboca por las venas, los sentidos se agudizan y nuestro cuerpo y, desde luego, que también la mente, pasan por diferentes fases que van desde una casi incontrolable excitación hasta una relajación solo comparable con el silencio que nos rodea.

          Sí, navegar de noche es así, escuchas al viento y la mar, el sonido de la proa abriéndose paso lo inunda todo y llega sin distorsiones hasta la popa, ajustas drizas y escotas, orientas tus velas y sigues adelante abriéndote paso en en el silencio, en la oscuridad. Una negra opacidad que parece querer devorarte, pero nada más lejos de la realidad, la noche nos recibe con sosiego, la veremos llegar posiblemente tras un espectáculo en el que sol y mar se abrazan, su visión nos aportará serenidad y en apenas unos minutos estaremos bajo un manto de estrellas. Si tenemos suerte y sopla brisa la experiencia será fenomenal, navegar al viento con buena mar bajo la atenta mirada de “Catalina” habrá pasado ya a ser uno de nuestros mejores momentos navegando.

        Reconozco que navegar de noche y sin demasiada experiencia acarrea cierto riesgo, pero como renunciar a esos momentos tan diferentes a los que vivimos a diario. Las dos noches que pasé entre la península y la isla de Menorca en el Olatua fueron de matrícula de honor, una luna casi llena que fue nuestro faro durante unas horas, el cielo sobre nuestras cabezas plagado de destellos que nos llegaban desde años luz, unas horas a solas con la rueda del timón mientras tus compañeros duermen, son momentos que solo los puedes vivir si das ese paso al frente, si un día dices “¿ por qué no ?”.

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       La bahía de La Concha en San Sebastián también nos acogió en una ocasión mientras dormíamos a bordo, todo un lujo para alguien que ha pasado una buena parte de su vida en esa ciudad. En aquella ocasión estuve además acompañado de mi familia, dormir a sotavento en la isla de Sta Clara fue una bonita experiencia para mis hijas. No olvidaré el amanecer siguiente con un cielo azul y una mar totalmente en calma, lo primero que hice con una de ellas fue darnos un baño e irnos nadando hasta la isla, fuimos sus primeros visitantes ese día.

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            En menos de tres semanas entraremos en el invierno, llegarán los temporales y los vientos helados del norte, será entonces muy difícil que pueda navegar una noche. Mientras añoramos aquellos momentos vividos a oscuras sintiendo más que nunca el viento, esperaremos pacientes a que llegue una nueva oportunidad para poder flirtear con la luna.

martes, 18 de noviembre de 2014

Diccionario marítimo español


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Un profe de vela amigo mío me ha pasado un enlace a una pequeña joya que se puede encontrar en internet.
        Se trata de un diccionario marítimo que data de 1.831, las definiciones que se pueden encontrar en su interior son realmente increíbles y al menos para mí desconocidas en su gran mayoría. Hoy, cuando palabras como derecha, izquierda, delante o detrás, chirrían en nuestros oídos intentando dejar a un lado estribor, babor, proa o popa, encontrar un archivo como este es todo un regalo para los ávidos de conocimientos.
         En el interior podemos encontrar palabras que realmente ya han sido borradas completamente de la jerga marina, palabras que por desgracia se las ha llevado el viento, engullidas por el olvido. No debemos renunciar a los conocimientos por muy antiguos que nos resulten y nos parezcan desfasados. Si hay algo que me resulta atrayente del mundo del salitre es el vocabulario, hay palabras y frases que realmente suenan agradables, definiciones que resultan cuasimelodiosas.
       “Ceñirse al viento”, “un velero ardiente”, “arrumbar”, “barlovento”, “garrucho”, son ejemplos que a mi me suenan como notas ordenadas en una partitura.
       No estaría de más que de vez en cuando echáramos una ojeada a este diccionario y grabásemos en nuestra memoria alguna de esas desconocidas palabras antes de que definitivamente mueran en el olvido.
Bajo el libro encontraremos una herramienta para poder ampliar la imagen de la publicación y poder leerla cómodamente.


sábado, 8 de noviembre de 2014

1ª etapa, Alicante–Ciudad del Cabo, sorpresa en las últimas millas.

         Durante el paso del estrecho de Gibraltar, la embarcación del equipo femenino SCA, ya dio muestras de su nivel táctico, apostó por una ruta diferente del resto de los veleros huyendo de las corrientes en contra que se podían encontrar. El SCA prefirió acercarse a tierra a pesar de recorrer más millas que sus adversarios, la táctica funcionó y ellas cruzaron las primeras la puerta de salida al océano Atlántico.

Tras 25 días navegando por el océano Atlántico el barco del equipo Abu Dhabi ha cruzado en primera posición la línea de meta, a tan solo 12 minutos de él ha entrado el Dongfeng. Por detrás, a muchas millas de distancia y con casi 2 días de diferencia de los primeros, se acercaban a Ciudad del Cabo los equipos Mapfre y SCA, muy cerca el uno del otro. Y ha sido precisamente cuando estaban a falta de tan solo 6 millas de la meta cuando las mujeres del SCA han adelantado al barco del Mapfre, este optó por acercarse a tierra, trazaron una derrota diferente a la del SCA y tuvieron la mala suerte de quedarse sin viento estando casi a tiro de piedra de la llegada. El equipo femenino aprovechó la ocasión y se coló en la meta por delante del Mapfre.

Siquiente etapa:  Ciudad del Cabo – Abu Dabhi.  http://www.volvooceanrace.com/es/route/35_Ciudad-del-Cabo-Abu-Dhabi.html

viernes, 17 de octubre de 2014

Afortunadas ellas que son las elegidas…

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           Me es imposible evitar pasar envidia al verlas, son las 14 mujeres que conforman la tripulación del equipo SCA que participa en la edición de este año de la regata Volvo Ocean Race. Siempre digo que la competición no es lo que más me atrae, pero quien puede abstraerse ante semejante acontecimiento, además, son mi tripulación favorita de la regata. No es muy frecuente ver compitiendo de igual a igual hombres y mujeres, veremos que pasa en este campo de juego, la mar pondrá a cada uno en su sitio.

         Recorrer los 7 mares como lo van a hacer ellas poco tiene que ver con una navegación tranquila y sosegada, pero la experiencia de navegar en semejante velero tiene que ser algo vibrante, lo reconozco. 14 valientes mujeres que ya están compitiendo en una de las regatas de mayor renombre mundial, no puedo decir mucho más, apenas se nada de ellas, pero por las imágenes es fácil imaginar que son mujeres que aman esa vida, son mujeres normales como cualquier otra, con sus familias, sus vidas, pero que son capaces de volcar toda su voluntad en lo que más les gusta, navegar a vela. Y es precisamente esa pasión la que les ha llevado hasta esta regata alrededor del mundo, ojalá lo hagan bien.

Dejo una selección de vídeos sobre ellas y su barco.

 

Con un grupo de Calderones

 

Boat talk with Tam SCA

 

Woman can compete

 

Excellence

 

El vídeo introducción de la regata

Dejo por último un enlace para ver el canal en you tube del equipo SCA en la Volvo Ocean Race

sábado, 11 de octubre de 2014

Estrenando bici junto al Bidasoa

                Estamos de estreno, siempre he reconocido que la bici no es mi fuerte, pero mis rodillas me la piden cada día más… He buscado una solución intermedia que me permita disfrutar de las dos ruedas y que a la vez me valga para tener una herramienta de transporte en mi nueva situación laboral.

         Tras meditarlo unos días me he decidido por un modelo de los que cada día se ven más, una bicicleta plegable. El modelo escogido viene con algunas soluciones que ayudan a un más fácil manejo del vehículo como por ejemplo su cambio de velocidades. Es un cambio de los conocidos como “de buje” o “cambio interno”, su funcionamiento es realmente suave y preciso, una auténtica gozada vaya.

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           El estreno ha sido muy disfrutón, para la ocasión he recibido la visita de mi amigo Jaime. En principio la idea era andar en bici por la mañana y por la tarde navegar, pero un incidente familiar ha truncado los planes para después de comer.

          Para pedalear hemos escogido un recorrido sencillo, apenas han sido 20 km prácticamente llanos. Hemos partido de Hondarribia y nos hemos acercado hasta la localidad de Behobia, allí, no hace muchos meses, se ha estrenado una empalizada sobre el río Bidasoa que hace las funciones de bidegorri. El tramo nos permite seguir la ribera del río fronterizo durante varios kilómetros disfrutando de un paisaje fluvial muy atrayente.Tras pasar junto al Port de Caneta y el puerto deportivo hemos llegado a la playa de Hendaia. Una vez frente al arenal hemos decidido dar media vuelta y retornar hasta el puerto deportivo de la localidad, desde allí solo nos ha quedado regresar a Hondarribia utilizando la barca que cubre el trayecto entre los dos pueblos.

         Hay que tener en cuenta que el tramo correspondiente desde el puente de Behobia hasta el final de la playa de Hendaia son unos 11 km, pero luego habrá que pensar en la vuelta. Tenemos varias opciones para ello, o bien volver de nuevo pedaleando hasta Behobia, o también cabe la posibilidad, como hicimos nosotros, de pasar en la barca que nos acerca a Hondarribia. Esta segunda opción la usaremos, claro está, si hemos dejado un vehículo en esa localidad. o queremos regresar en bus. El trayecto en barca cuesta 1’80 euros por persona y la bici puede ir en la embarcación.

Dejo una imagen de Google Earth con el recorrido, en los mapas aún no aparecen los tramos correspondientes a algunas empalizadas de reciente construcción, no obstante he marcado por donde se pasa a día de hoy.

Junto al Bidasoa

       Ha sido una mañana bien aprovechada en la que hemos podido sacar unas cuantas fotos y algo de vídeo.

  

sábado, 20 de septiembre de 2014

Premio a la constancia

           Siempre que el viento y la mar lo permiten solemos aprovechar para navegar, es nuestra escapatoria del mundo de las prisas. Con viento Norte, o del Oeste o Este, nos da igual, el caso es navegar escuchando tan solo al velero abriéndose paso en la mar. Pero hay un viento que no gusta, el loco, un viento alcahuete, capaz de darte algún susto, es el viento del Sur.

           ¿ Porqué es así ? ¿ Porqué es diferente el Sur ? La respuesta más escueta y concisa sería “ausencia de Fetch”. Leyendo la definición de wikipedia quedan claras dos cosas, la ausencia de Fetch incide no solo en la forma de soplar en el Cantábrico el viento del Sur, también lo hace en el estado de la mar. Al no contar con Fetch no pueden desarrollarse olas, la superficie de la mar se aplana y apenas se forma un ligero rizo en la superficie. Leído así puede parecer que navegar en esas condiciones de mar puede ser lo ideal, pero ojo, nuestra geografía es caprichosa, abundan las montañas, los valles, y otros accidentes geográficos que son ellos los encargados de convertir al viento sur en un viento inconstante, racheado, capaz de pasar de fuerza 1 a fuerza 4 en unos segundos. Esos cambios bruscos son los que hacen del viento sur un viento poco querido e incluso temido, más todavía si se navega con un velero de dimensiones contenidas como es nuestro caso.

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        Ayer viernes soplaba Sur, pero hacía calor y apetecía salir a navegar. Salimos pensando más en darnos un buen baño en la bahía, que en navegar. No obstante, habíamos consultado las predicciones del viento y a primera vista lo ponían bien, daban fuerza 2-3 para la tarde…

        Nada más salir, y como suele ser habitual, la visión de la mar con viento sur nos resulta muy atrayente, el Cantábrico está como un plato, nos fijamos en la intensidad del viento y todo parece controlable. A lo lejos, frente a la bahía de Sokoa, vemos que hay un ferry fondeado, ¡ ya tenemos escusa, a navegar pues !…

      Dentro de la bahía de Txingudi hay poco viento y la primera milla navegamos a motor, pero enseguida llega Eolo. Curiosamente nos entra del NE, navegamos al 340º- 350º para coger un buen ángulo y luego poder dejar a estribor los bajos de las Erretas. Al cabo de unos veinte minutos viramos hacia el Este y ponemos la proa apuntando al ferry que está a unas 4 millas de distancia, queremos verlo de cerca. Pero el viento es caprichoso, enseguida cambia de dirección y empieza a soplar del SE, lo hace con una fuerza que nos resulta muy cómodo de momento, F-2 con alguna racha de F-3. Con la mar como un plato y sin olas que nos frenen, nos plantamos cerca del ferry en menos de una hora. El viento ha crecido algo en el trayecto apareciendo rachas de F-4, llevamos la génova algo enrollada y el carro de la mayor lo hemos colocado a sotavento. Hemos dado tensión a las drizas y al pajarín, y así, con las velas aplanadas navegamos sin perder el control del barco en ningún momento.

          Nos situamos a 200 metros del ferry con las velas arriadas, su tamaño impresiona un poco. Justo cuando llegamos comienzan a izar el ancla, un pequeño barco piloto de St Jean de Luz le controla la maniobra. Rodeamos por la proa el barco y observamos como comienza a virar y ponen su proa hacia el Oeste, en unos minutos cogen marcha y se alejan de nosotros. Al enseñarnos su popa vemos con sorpresa que tiene bandera de Bahamas, casi nada.

        Volvemos a izar la mayor y sacamos solo 3/4 de génova por precaución, aún notamos algunas rachas algo fuertes y no queremos sustos. El velero navega enseguida a 5 nudos, el viento ya se ha colocado del Sur y nos entra por el través, en el gps vemos de vez en cuando los 6 nudos de velocidad. El sol ha comenzado a caer y el cielo adquiere unos tonos pasteles que nos maravillan, disfrutamos como pocas veces de la navegación, buena velocidad, ausencia total de olas, buena temperatura, por un momento nos creemos en Fidji… En menos de una hora estamos de nuevo en Txingudi, allí el viento comienza a caer y antes de llegar a la desembocadura del Bidasoa arriamos velas y ponemos motor. Ha sido una pena no contar en el barco con una buena máquina de fotos, tan solo teníamos el móvil para atrapar tanta belleza.

         Hoy hemos recibido un premio por nuestra constancia, días como este son un auténtico lujo, son días que nos proporcionan unas sensaciones únicas que no se olvidan. Son sensaciones que a mi me gusta mucho compartir con amigos, pero que no sé porque motivo no consigo hacerlo con frecuencia, ¿ no le gusta navegar a la gente ?, ¿ miedo a la mar ?, ¿ no hay ganas de experimentar nuevas sensaciones ?, no tengo una respuesta. Pero si sé una cosa, solo vivimos una vez y hay oportunidades que hay que cogerlas al vuelo, de lo contrario se escaparán

domingo, 14 de septiembre de 2014

Y si sube un Kraken…

          Justo en el momento de zambullirme en las aguas que cubren la Fosa de Capbreton se le ocurrió a mi amigo Iurgi nombrar a la bestia…,el muy jodido…

        Sabes que las posibilidades de que aparezca algo grande son muy pequeñas, pero hay que ver como nos puede traicionar nuestro subconsciente, es difícil borrar todo rastro de nuestros pensamientos sobre grandes tiburones, orcas, y, como no, un kraken, pero nada, se traga saliva y al agua.

Fosa de Capbreton

         “Me lanzo al mar y lo primero que me llama la atención es el color, un azul casi eléctrico me rodea, miro hacia abajo y el azul se vuelve infinito. Los absurdos temores de hace un momento desaparecen y enseguida quedo fascinado con la experiencia, es el mar, el gran azul. Curiosamente, la temperatura del agua no es nada fresca, al contrario, a los tres nos parece incluso más templada que la de la costa, tal vez alguna corriente, algún fenómeno derivado de la gran profundidad donde nos hallamos, no lo sé, pero el agua está buenísima.

       El barco ha quedado a la deriva con las velas arriadas, pero hemos tenido la precaución de lanzar al agua una pequeña tabla de corcho amarrada con un cabo de unos 10 metros al barco mientras no bañamos. Tras disfrutar del baño durante unos minutos decidimos dar por terminada la experiencia y subimos a bordo. Nos damos una ducha con el depósito solar y nos quitamos de encima el salitre antes de dejarnos secar al viento.”

       Así fue la experiencia del baño con 2.000 metros bajo nosotros, luego, con el cuerpo ya refrigerado, volvimos a izar velas y navegando al 140º con viento de aleta pusimos rumbo al Cabo de Higer.  Tres horas después, y ya frente al faro que domina la entrada a la bahía de Txingudi, el viento decidió abandonarnos y llegó la típica calma del atardecer. Entonces pusimos motor y entramos a puerto con una experiencia más cumplida.

       Este podría ser el resumen de una bonita experiencia sucedida a 15 millas de la costa, pero claro, hubo más. Navegar en un pequeño velero hasta que la bruma te hace perder de vista la costa no tiene precio. Allí, rodeados de todo y de nada, te sientes en la gloria, el tiempo pasa rápido, hablas con tus amigos, solucionas el mundo y disfrutas de la navegación a vela. El viento que, como estaba anunciado, fue flojo en los inicios del día, fue subiendo de intensidad hasta hacernos navegar a 6 nudos. Con una mar perfecta para navegar y un cielo salpicado tan solo de algunas nubes altas, el día pasó rápido, demasiado rápido, ya se sabe, cuando uno disfruta no quiere que se acabe el momento.

          Las dos primeras millas fuera de la bahía las recorrimos a motor, el viento era demasiado flojo y no queríamos perder tiempo, luego empezó a aparecer la brisa y no tardó en soplar con ganas. La ida la realizamos ciñendo al 330º- 340º y el abatimiento nos desplazó más al Oeste de donde pensábamos llegar, comimos, bebimos, nos reímos y sobre todo, disfrutamos del viento y la mar, un día casi perfecto. Y digo perfecto porque nuestra intención era la de conseguir ver algún cetáceo por aquella latitud, pero no hubo suerte, ni un solo delfín acudió a la cita, tal vez tengamos ahí un motivo para volver a navegar en otra ocasión hasta la Fosa de Capbreton.

      

sábado, 23 de agosto de 2014

“SIRACUSA”, el cambio.

            Hace ahora ya tres años que pusimos nuestra mirada en Zaldi, por entonces nuestros planes pasaban por usarlo como barco escuela durante aproximadamente 5 ó 6 años. Nuestra intención era la de cambiarnos a una eslora un poco mayor, pero las intenciones son eso, intenciones. Hemos sopesado pro y contras, pensado con la cabeza y también con el corazón, luego lo hemos colocado todo en la balanza de las decisiones y la resultante ha sido la inesperada, nos quedamos con el barco, no voy a decir hasta cuando, creo que eso lo dirá el tiempo, pero la decisión ya está tomada.

          Ahora empieza de verdad el trabajo en el barco, Zaldi va a sufrir muchas modificaciones y mejoras, una de ellas y posiblemente la más importante, va a ser su nombre. Zaldi es el diminutivo de Zaldibia, localidad gipuzkoana situada en la comarca del Goierri. De ese pueblo era la familia del anterior propietario del velero, a nosotros la verdad es que el nombre nunca nos terminó de gustar, primero por que no teníamos nada que ver con ese pueblo y segundo porque veíamos que continuamente daba pie a confusiones ( en euskera zaldi significa caballo ).

       Para nosotros, el barco debe de tener su propia personalidad, queremos sentirlo cercano, algo que el nombre Zaldi no terminaba de hacerlo. Zaldi fue algo personal de otra persona y hoy nos toca a nosotros. El cambio lo haremos el próximo mes, tenemos muchas ganas de empezar con los trámites.

            Contrariamente a lo que podría imaginarse no nos ha costado encontrar el nombre que nos gusta a todos en casa, SIRACUSA. La decisión de ponerle este nombre está apoyada en diferentes motivos, allí nació y murió Arquímedes, matemático griego ( Sicilia pertenecía a Grecia por entonces ) y autor del conocido principio por el que se sabe de la flotabilidad de los barcos. Otra de las razones de la elección del nombre de Siracusa radica en la leyenda de Simbad, según la misma allí se guardaba “El libro de la Paz”. Y por último, y el motivo más importante para poner ese nombre, son nuestras ganas de conocer la isla de Sicilia y Siracusa, una ciudad cargada de historia, algún día la visitaremos.

           Bien, una vez explicados los motivos del cambio de nombre ( el cambio se hará respetando la tradición de los marinos bretones ), intentaré enumerar los cambios o modificaciones que vamos a intentar llevar a cabo, algunos ya se han acometido.

-Cambio de velas, ambas están envejecidas, el génova ya ha sido recientemente cambiado.

-Colocación de un enrollador de génova. ( Ya lo hemos colocado ).

-Sustituir las maltrechas mordazas que tiene por unos buenos stoppers. ( Ya están colocados )

-Colocar un piloto automático.

-El casco va a ser trabajado a fondo cuando se saque el barco a dique seco el año que viene.

-Se montará instalación eléctrica. ( Incluidas luces de navegación leds)

-A la botavara se le cortará el tramo que le sobra en exceso, aproximadamente 15 cm.

-Colocación en proa de una puntera con roldana para el cabo del ancla ( ya está colocada ).

-Si podemos intentaremos que la orza vuelva a ser abatible.

La lista podría ser más larga, de hecho creo que en un barco siempre hay algo que reparar o modificar, pero estos son los cambios principales que nos gustaría completar.

     Sigo pensando que algún día navegaremos en un barco de mayor eslora, no se cuando llegará, pero lo haremos. Cuando algo se desea con fuerza, tarde o temprano sucede. Entonces, quien sabe, tal vez sea el SIRACUSA II…

                                                 

                                                                                     - SIRACUSA -

lunes, 18 de agosto de 2014

A Baiona, una travesía hacia el norte.

          Desde que hace unas semanas vi el reportaje del Corto Maltés en su visita a Baiona, he estado mascullando la idea de navegar hasta allí. La distancia no sería un problema, 15 millas escasas desde Hondarribia, solo había que esperar una predicción de buena mar y viento para dos días durante la segunda semana de Agosto.

         Finalmente, decidimos hacerlo el viernes 15 y el sábado 16, vendría conmigo mi cuñado Migueltxo, arrantxale durante más de 15 años. El miércoles nos visitaba un frente no muy activo pero con vientos demasiado fuertes para Zaldi, asi que decidimos salir dos días después con el tiempo, a priori, más tranquilo…

         Nos llevamos dos bicis alojadas en el hueco de proa, pensamos utilizarlas para acercarnos hasta Baiona desde el puerto. Una la llevamos con las ruedas desmontadas y la otra es un modelo plegable que resultó todo un acierto. Partimos de Hondarribia sobre las 10h con cielo muy nublado y ausencia de viento. Las predicciones apuntaban a una mar de fondo de entre 1,7 y 1,8 m y viento de 8-9 nudos con rachas de 12 – 14, algo que de cumplirse estaría dentro de unos parámetros aceptables para nuestro modesto velero.

        Viernes 15

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         Salimos a motor hasta cerca del faro de Higer, enseguida nos percatamos que el mar está bastante más revuelto de lo esperado, desordenado sería la palabra adecuada. De momento el viento no aparece y estamos en esas durante media hora, intentamos aprovechar cualquier pequeño soplo de brisa pero nada, apenas nos movemos. El barco parece una pequeña batidora, el meneo es considerable y decidimos poner de nuevo motor, pero para entonces los estómagos ya han empezado a moverse…

       Tras navegar durante un rato de forma incómoda aparece por fin el ansiado viento, llega del WNW. Izamos la mayor,  desenrollamos el génova y paramos motor. Con el viento llegándonos casi por el través ponemos rumbo 40º y nos sentamos los dos a barlovento para equilibrar la embarcación. Nos colocamos enseguida la ropa de agua, vemos venir un txubasco hacia nosotros que no tarda en alcanzarnos, en unos segundos la lluvia nos cae con ganas. Le digo a Migueltxo que se meta al camarote, con que se moje uno vale, el barco navega bien y sin problema. Me agarro al timón y aguanto durante casi 15 minutos la incesante lluvia. Tras cesar el aguacero Migueltxo vuelve a salir a cubierta, por detrás vemos que probablemente vuelva a llegar lluvia más tarde.

       Son ya más de las 13 h y nuestros estómagos notan el meneo que estamos sufriendo, hace un rato hemos vuelto a soportar un txubasco que ha venido precedido de fuerte viento como suele ser habitual. Hemos dejado solo la génova y aún así no bajamos de los los 5 nudos. Tras el txubasco volvemos a izar la mayor y aprovechamos un rato de viento suave para comer algo rápido.

       Son las 14 h cuando nos situamos enfrente de la bocana por donde el río Adour sale a la mar, estamos a menos de dos millas de los espigones. La mar sigue dura y el viento está subiendo, en el gps hemos llegado a ver 7,5 nudos de velocidad. Con ayuda de unos prismáticos observamos la entrada, no parece que rompan las olas, la marea está baja pero el Adour tiene mucho calado. Decidimos asegurar la maniobra y enrollamos el génova, nos vamos a aproximar solo con la mayor. En caso de apuro pondremos motor y quitaremos la vela. A los segundos de haber quitado el génova vemos como nos llega viento muy fuerte por detrás, el barco navega condenadamente rápido, las olas nos llegan ahora ya justo por popa y me esfuerzo para que no nos crucemos. En unos segundos se desata un vendaval, al llegarnos por detrás no nos hemos percatado de la llegada de un nuevo txubasco y este lo hace en mal momento…estamos a poco más de 500 metros del espigón norte y la decisión es rápida, hay que bajar la mayor y poner motor enseguida. Se lo comunico a Migueltxo a gritos y arranco el motor, viramos lo más rápido posible para evitar una fuerte escorada y nos aproamos al viento. Me voy al palo mientras Migueltxo maneja firme el timón. Me autoaseguro al mástil y con la vela flameando de forma muy brusca abro el stopper para liberar la driza. Ayudo a la vela a bajar y enseguida el barco se tranquiliza, viramos rápido de nuevo y ponemos proa a la bocana. La lluvia nos golpea de nuevo, cae a cántaros y apenas distinguimos la costa, es una auténtica cortina de agua. Me guío por el compás, busco el 90º y aceleramos el motor, las olas llegan desbocadas por popa y conviene llevar cierta velocidad. Enseguida para de llover y vemos claramente la entrada, debemos de estar justo en la barra, el mar está muy desordenado y algunas olas nos llevan en volandas hacia dentro, estoy preocupado por las consecuencias de una atravesada involuntaria del barco, Zaldi es pequeño y se mueve muy nervioso en estas condiciones. Pero solo unos metros más adelante comenzamos a tranquilizarnos, ya está, hemos entrado, las olas son ya mucho más suaves.

Entrada

        Con el motor a más de media potencia vemos que no avanzamos rápido, apenas llegamos a los 3 nudos, es la fuerte corriente vaciante del río. Estamos a media milla del puerto y nos cuesta un rato llegar a el. Cuando entramos nos vamos directos al pantalán de recepción, amarramos y nos dirigimos a la oficina del puerto, rellenamos la hoja con nuestros datos y los del barco y nos adjudican un pantalán. Nos dirigimos enseguida a él, queremos comer y descansar un rato tranquilos.

     Tras comer un buen marmitako, nos echamos un reparadora siesta y tras ella nos duchamos en las instalaciones del puerto deportivo. Luego nos vamos con las bicis a Baiona que se encuentra a unos 4 km y dedicamos la tarde a hacer turismo.

      Al regresar de noche al barco tenemos una agradable visita, de un barco vecino viene Alex, un crío de 7 años que navega con sus padres, nos pregunta de todo, de donde somos, como nos llamamos, que hacemos allí, tiene curiosidad por ver el velero, le parece muy pequeño, el de sus padres es mayor, mucho mayor…un crió tremendamente simpático y muy bien educado.

       Tras cenar y tomarnos un café el cuerpo nos pide la horizontal, me he traído un libro para este momento “Crónicas de un tripulante” …, aguanto media hora leyendo y luego dormimos profundamente.

        Sábado 16

Captura3

        Hemos desayunado fuera del puerto, croissant calentito y café, hay que empezar bien el día, bueno, muy bien, yo me comí dos…

        El día está muy tranquilo, apenas hay viento y el poco que sopla es terral del SE. Tras pagar la cuenta del puerto, 12’5 euros, soltamos amarras a las 10 h y vemos que la desembocadura está hoy casi como un plato, que diferencia con ayer…

      Hay mar de fondo de un metro, pero es bastante tendida, de momento avanzamos a motor cómodamente a 3-4 nudos, las predicciones apuntan a que el viento comenzará sobre las 12 h para fijarse enseguida del NW. Para hacer más entretenida la navegación colocamos una caña por popa, fijamos la velocidad a 3 nudos y nos quitamos la ropa de agua que teníamos puesta, el sol va a salir enseguida y promete calentar.

      Con puntualidad, cerca de las 12 h, salen las primeras brisas, son del norte, aún flojitas, pero esperamos que vayan a más. Intentamos sacar las velas y navegar de través pero es pronto, apenas son unos soplidos con escasa fuerza, que no consiguen que Zaldi pase de dos nudos. Ponemos de nuevo motor y seguimos un rato así.

        Unos minutos más tarde notamos más brisa, paramos motor y volvemos a sacar velas, ahora sí, Zaldi ya empieza a pasar de los 3 nudos y parece que va a más. El sol brilla con ganas y el calor se instala. Poco a poco notamos como el viento se está colocando más al W y subiendo de fuerza, Zaldi navega en la gloria, avanzamos a 5 nudos con la ola llegándonos por la amura de estribor. De pronto veo algo por proa, espuma en la superficie, chapoteos, ¡ son bonitos, hegaluze !, grita Migueltxo. Fijamos nuestra vista en la caña esperando algún tirón, pero parece que pasan de largo, que pena. El viento sigue soplando bien y la mar está bajando, las olas no llegan al metro de altura, disfrutamos muchísimo.

      Poco después, un sonido de carraca nos avisa, ¡ han picado !, Migueltxo coge la caña enseguida y empieza la batalla, con paciencia, con mucha paciencia. Nuestro aparejo es débil, vemos complicado que aguante la mordida de un bonito, he recogido el génova para aminorar la velocidad. Tras 10 minutos de tira y afloja el sedal se parte ¡ que mala leche ! Lo primero que haré está próxima semana será cambiar el sedal del carrete.

      Nos centramos en la navegación, el velero se mueve con una soltura que nos hace llevar una sonrisa de lado a lado de la cara. Alcanzamos los 6 nudos con viento de través. Estamos a unas 2 millas de Higer y vemos muchos veleros por la zona entrando y saliendo de Txingudi. Llevamos uno de buen porte por la proa y a unos 300 m que lleva nuestra dirección, nos proponemos alcanzarlo y ver si somos capaces de ello. Trimamos todo lo trimable lo más fino posible, backstay, escotas, carros, pajarín, drizas etc, nos esforzamos unos minutos haciendo todo correctamente y vemos que da resultado, nos estamos acercando a el.  En apenas 15 minutos nos hemos hemos situado a escasos 10 metros de su popa, la imagen es bellísima, es un Hanse 42, le seguimos un rato, ellos entran al juego y nos divertimos un rato con el pique. Lógicamente, comienzan a trimar mejor ellos su aparejo y poco a poco van alejándose, es imposible que un velerito de 6 metros pueda con otro de más de 12, pero el rato ha sido muy divertido.

        Poco a poco entramos en Txingudi, la travesía acaba, ayer fue duro navegar, pero también se aprende y mucho en esos días, sobre todo uno se da cuenta de lo que puede navegar su barco y hasta donde llega uno sin dejarse perder por los nervios.

 

        La travesía a Baiona ha sido una grata experiencia, se que la repetiré. El primer día no pude conseguir ninguna imagen navegando, había que estar en el barco a todo menos a la cámara. Pero en mi memoria quedan esos momentos de viento fuerte de los txubascos, o la entrada al río Adour, o el mar muy desordenado, y como no, la sonrisa de Alex, un chaval que con 7 años ya vive el mar.

         

Edito tras haber recibido un correo de un buen amigo: Probablemente no hicimos todo correctamente, la aproximación sin vela alguna en el tramo final fue, como digo, una decisión errónea, con la génova algo enrollada posiblemente habríamos ganado en seguridad ya que el viento lo recibíamos de popa. Gracias amigo.

 

martes, 5 de agosto de 2014

SAFE TRX. Una aplicación para móviles de Salvamento Marítimo.

 

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         No me extenderé demasiado intentando explicar que es SafeTRX, creo que lo mejor es entrar en la página web de Salvamento Marítimo y ahí ver el vídeo y leer las explicaciones sobre la aplicación. A simple vista tiene buena pinta, además, creo que dar la posibilidad a los que se quedan en casa de poder controlar tu posición, puede aportarles mucha tranquilidad.

       Documento oficial de SafeTRX

        Como se puede leer, la aplicación no sustituye a los sistemas de alerta ya existentes, simplemente los complementa. Visto así un poco por encima, me recuerda algo a la aplicación que salió hace unos meses para emergencias en tierra, Alpify.

      Safe TRX se descarga gratuitamente y sin problemas, yo ya la tengo instalada y espero ponerla a funcionar lo antes posible, esta disponible tanto para Android como para Apple IOS

 

lunes, 28 de julio de 2014

¿ Vas a Roma ?, unos consejos prácticos…

          Aunque es ya sabido que su clima es caluroso en verano, no está de más recordarlo. Por ello conviene llevar ropa y calzado acorde al clima, pantalones cortos, ropa de algodón, sandalias, etc. Roma es sobre todo una capital para pateársela, a las principales visitas, exceptuando Ostia Antica y alguna otra ruina, se puede llegar caminando siempre que nuestro hotel no esté demasiado lejos. Nosotros lo teníamos junto a la Via Nazionale a unos 30 minutos a pie del Panteón de Agripa.

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           Reconozco que no soy un fan del turismo de ciudad, sobre todo en verano, no me gustan las aglomeraciones y menos con calor. Pero para Roma ha tenido que ser diferente, lo hemos tenido que hacer en verano durante la temporada alta, aún así reconozco que la ciudad nos ha sorprendido gratamente.  Es cierto que ha hecho calorcito, no calorazo, dos días hemos pasado de los 30ºC pero también hemos tenido alguna tormenta que ha suavizado el ambiente, y lo mejor de todo, la proximidad al mar hace que exista con frecuencia una brisa que se agradece y mucho.

Tormenta en el Mercato dei Fiori

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         Una de nuestras “preocupaciones” era la seguridad, es sabido que en las grandes ciudades hay focos y reductos de cierta violencia urbana y delincuencia, pues bien, con los dos taxistas que hablamos de ello ambos coincidieron en sus respuestas, en la zona histórica o turística de Roma todo lo que podremos encontrar, y no fácilmente, es algún carterista que intentará aprovecharse de las aglomeraciones. Donde si que hay que tener cuidado es en las estaciones de metro en horarios nocturnos y en los autobuses metropolitanos también de noche. Nosotros no hemos tenido el más mínimo incidente durante la semana que hemos estado allí y en cualquiera de las muchas calles que hemos recorrido. 

Local de Pizza al taglio.

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Pero vayamos con los consejos prácticos:

     -Hazte una lista de lo que quieres visitar y márcate unos recorridos. Nosotros usamos la guía de Lonely planet y nos vino muy bien.

     -Fíjate en los horarios y posibles precios de las visitas, algunas son gratuitas y otras tienen descuentos con la tarjeta Roma Pass,

     - Si realmente quieres disfrutar de algunas conviene madrugar un poco, las colas para visitar el Coliseo y los Museos Vaticanos pueden ser enormes. En el resto de museos no suele haber problemas.

     - La entrada a los Museos Vaticanos se puede reservar fácilmente por internet, nosotros los hicimos y nos libramos de una cola de unos 300 ó 400 metros…

Museo Vaticano, galería de mapas cartográficos.

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     - Si quieres aprovechar el día puedes comer aprovechándote de los innumerables locales de venta de comida preparada que existen en Roma, tienes pizza al corte por todos los lados, ensaladas, unas croquetas que hacen ellos riquísimas, bebidas frías, comer es la menor de las preocupaciones que tendrás en Roma. Para cenar se puede buscar alguna trattoria o un restaurante donde ya podremos degustar un buen plato de pasta, ( ¡¡ que buena la hacen…!! ).

    - Prueba los cafés capuccinos y los cafés macchiato, para babear… En Roma el café es barato, entre 0,80 y 1,10 un café solo expresso impresionante de la mejor calidad. Pero ojo, también puedes llegar a pagar 5 euros por el cafecito de marras si te lo tomas en algún local con cierto renombre.

Café macchiato.

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    - Los helados, otra de las perversiones romanas, enormes, ricos y no caros, de todos los sabores que puedas imaginar. Encontramos una heladería con 150 de ellos, casi nada.

    - Para entrar en la basílica de S. Pedro y en alguna otra exigen que las mujeres vayan tapadas hasta las rodillas y hombres y mujeres con los hombros tapados.

    - Visita si puedes unas catacumbas, dicen que las de Vaticano son las mejores, pero en estas no dejan entrar a menores de 15 años. Nosotros visitamos las de S. Sebastián, impresionantes.

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    -Imprescindible visitar, Coliseo, Foro Romano, Palatino, Panteón de Agripa, Piazza Navona, Fontana de Trevi, Castel San´Angelo, Trastévere, Ostia Ántica, Jardines de Villa Borghese, Vaticano y sus museos, alguna de las principales basílicas ( Sta Maria Maggiore p.e. ). Sube al monumento de Vittorio Enmanuele en la plaza Venezia, no dejes de cenar en alguna trattoria, prueba la pizza al taglio ( al corte y a peso ). Callejea sin rumbo por las calles del centro histórico, casi en cada esquina encontrarás una sorpresa. Hay museos por todos los lados, algunos son impresionantes. Muy recomendable visitar el Mercato dei Fiori durante la mañana, un mercado plagado de frutas, verduras, especias etc.

 

     - Los taxis tienen una tarifa fija para los desplazamientos desde el aeropuerto a Roma y viceversa. Del aeropuerto Fiumucino son 48 eur. Los desplazamientos en la ciudad, no son demasiado caros, si vas 4 personas, como íbamos nosotros, no sale mal. Cogimos 3 taxis dentro Roma, el más caro nos cobró 14 euros por un desplazamiento que duró unos 15 - 20 minutos, el más barato fueron 8 euros por unos 4 km.

Si recuerdo algún consejo práctico más lo iré añadiendo. Dejo unas panorámicas de algunas de las visitas realizadas.

 

Interior del Panteón de Agripa, 360º

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Exterior del Panteón de Agripa, 360º

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El Coliseo, interior desde la grada superior

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El Coliseo, interior desde abajo. 360º

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Roma desde Castel S´Angelo. 360º

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Roma desde el monumento a Vitorio Enmanuele. 360º

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Interior de la Basílica de S. Pedro (Vaticano).

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lunes, 14 de julio de 2014

Viento y blues en la bahía de Txingudi.

         Aún resuenan los ecos de las actuaciones que se vieron sobre los diferentes escenarios del “Hondarribia Blues Festival”. Ha sido un “finde” memorable que empezaba con una cena el viernes, allí pudimos juntarnos un grupo de amigos y probar un plato de la cocina cajún, nos metimos entre pecho y espalda una buena cazuela de jambalaya.

         Cada día se han podido disfrutar de varias actuaciones “bluseras”, con buen ritmo. De todas ellas yo me quedo con dos, Jimmy Barnatán y Pablo Carbonell. Jimmy Barnatán supo meterse en el bolsillo al numeroso público que acudió a sus dos puestas en escena del viernes y del domingo, se entregó a la música y pudimos deleitarnos con un blues que a ratos se acercó al reggae y al rock. Por su parte, Pablo Carbonell demostró una vez más las tablas que tiene cuando se sube a un escenario, actor, cantante, showman, Carnonell puede con todo.

       El domingo amaneció apuntando buenas maneras para navegar, un cielo casi limpio y un pronóstico que auguraba lo mejor hizo que aprovecháramos la mañana y la tarde. Con una mar de fondo del NW menor de un metro y un viento del W de F-2, F-3, salimos dispuestos a comernos la mar. Las expectativas se cumplieron, navegamos mucho y bien, nos turnamos al timón, Marta y un servido, y ambos terminamos el día con el cuerpo lleno de mar y la piel ensalitrada.

      Fines de semana como este no salen a menudo, buena mar, buen viento, buena música, buenos amigos, que más se puede pedir,

           Solo espero que el paraíso sea parecido a esto…

 

domingo, 29 de junio de 2014

Archivos GRIB, predicción fiable.

      Durante la travesía a Menorca pudimos comprobar la efectividad y fiabilidad de los archivos GRIB proporcionados por la NOAA ( National Oceanic and Atmospheric Administration de los EEUU ).

       Son archivos muy compactos que contienen diferentes datos meteorológicos, agrupan mucha información sobre la situación atmosférica ocupando muy poco espacio, algo que puede venir muy bien con condiciones difíciles de recepción.

      Existen diferentes medios para acceder a ellos, yo he escogido dos de ellos, creo que los más usados. Uno es mediante esta web de la que se puede descargar el programa UGrib, algo muy sencillo de hacer registrándonos previamente en dicha web.

       La otra manera de descargar archivos GRIB es mediante la aplicación ZyGrib, en Windows no hace falta instalar nada.  Existe un video tutorial en You tube que nos guiará sin problemas para conocerlo mejor.

 

      Ayer, tras consultar diferentes webs de predicción, descargamos un archivo del espacio del golfo de Bizkaia. En él se podía observar claramente como a primeras horas de la tarde nos llegaría un frente de lluvias precedido de fuertes vientos del NW, la predicción fue 100% certera.

     Salimos pronto a navegar, a las 9h ya estamos en el Bidasoa poniendo la proa al N. Como estaba previsto un suave viento del NE sopla en la bahía de Txingudi, ponemos enseguida a trabajar a las velas y nos vamos navegando al 0º. A pesar de lo suave de la brisa el barco nos lleva a 4 nudos, en el cielo alternan los claros con nubes muy altas blancas que de momento no amenazan nada, en el horizonte tampoco se ve nada que pueda preocuparnos por ahora.

Navegamos disfrutando a tope de la tranquilidad, somos todavía el único velero que ha salido hoy.

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            Enseguida dejamos atrás el Cabo de Higer y al situarnos a unas 3 millas al norte del cabo notamos un cambio del viento, se ha ido más al E, orzamos un poco y seguimos navegando entre el 20º y el 30º. Al situarnos a unas 5 millas del cabo decidimos dar la vuelta y regresar. No pasa mucho tiempo cuando notamos como el viento está cayendo, casi ha desaparecido el empuje, además, lo poco que sopla viene ahora del N. Las nubes siguen siendo altas pero ya son más compactas, son casi las 13 h cuando nos quedamos con apenas un soplo de viento. Ponemos la proa al 240º intentando navegar algo con el viento de través y apenas nos novemos a 1 ó 1,5 nudos, así durante larga media hora…

       Pero la suerte se alía con nosotros, la brisa llega de nuevo, ya se ha establecido el N y avanzamos a 3 kn con la proa al faro de Higer. En unos minutos la brisa va aumentando y se empieza a situar del NW, llega el cambio…

     Ya sopla, tensamos drizas de genova y mayor, pajarín, y la trapa, nos colocamos los dos sentados a barlovento, navegamos a 6 nudos con el viento entrando por la aleta de estribor, el barco va va de cine y es que tanto la ola como el viento los llevamos a favor, la génova nueva empuja que da gusto.

      Con un viento de 12-14 nudos entramos en por el estuario del Bidasoa, el barco va perfectamente adrizado y avanzamos a vela hasta sobrepasar la entrada del pto deportivo de Hondarribia, allí , nos aproamos al viento y recogemos velas. Son las 14 h, el viento sigue del NW –W y el cielo tiene ya un color gris plomizo… Dos horas después se desató el vendaval, vientos que rondaban los 25-30 nudos aparecieron de la nada en apenas un minuto, algo parecido a una galerna, y a las 18 h comenzó a llover copiosamente.

 

      La predicción del archivo GRIB se cumplió a rajatabla. Dejo una imagen con la evolución de la navegación de ayer y diferentes capturas de imagen del archivo GRIB descargado correspondientes a diferentes horas del día.

JUNIO

 

Estado del frente a las 9 h.

9 h

 

A las 12 h.

12 h

 

A las 15 h. El viento va subiendo.

15 h

 

A las 18 h.

18 h

 

A las 21 h.

21 h

 

Afortunadamente para smartphones existen diferentes aplicaciones con las que se pueden descargar también archivos GRIB, yo personalmente uso SailGrib con Android y su funcionamiento no me ha dado ningún problema.

Unas capturas de como queda en la pantalla del smartphone

Primero se escoge la zona de la que se quiere información y se solicita el archivo GRIB pulsando el símbolo de la derecha.

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A continuación se inicia la descarga  que se realiza en unos segundos.

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Ya tenemos en pantalla la predicción con acceso a diferentes horas y días

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El archivo se nos alojará en la carpeta de descargas por si queremos consultarlo en otro momento.

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En definitiva, creo que es un método muy fiable de predicción, yo personalmente lo consulto ya siempre antes de salir a navegar.

miércoles, 11 de junio de 2014

Por la costa de los balleneros

             Lejos han quedado ya los tiempos en los que un vigía daba la voz de alerta al ver en el horizonte una ballena. Por lo general estaban colocados en altivas atalayas desde las que podían ver una gran extensión de mar.

 

TamponHondarribiaBallena Sello de Hondarribia de 1.297

 

           ¡ Balea, balea !, solían gritar, enseguida se ponía en marcha un grupo de hombres que se hacía a la mar en pequeñas embarcaciones, su objetivo, arponear y remolcar hasta puerto al cetáceo. Era una lucha de tú a tú, donde el riesgo estaba siempre presente. Guethary, Hondarribia, Donostia, Zarautz, Getaria, Mutriku, Lekeitio, Bermeo, Plentzia, fueron puertos en los que la caza de la ballena aportó un modo de vida a su población. Por suerte para las ballenas, hoy en día las farolas que alumbran las vías públicas no funcionan ya con el aceite que se extraía de su carne, el saín. Su pesca se reduce ya a tan solo unos pocos países, entre ellos Japón y Noruega, a pesar de que ya está prohibida entre estas dos pesquerías capturan alrededor de 2.500 ejemplares al año.

        Este fin de semana hemos navegado por donde antaño las perseguían en la costa labortana, nos hemos ido hasta la localidad francesa de Guethary. ( Getaria en euskera ).

600px-Blason_de_Guéthary.svg Blasón de Guethary.

             Allí aún se conservan algunos vestigios de otros tiempos, una rampa por la que muchos de aquellos mamíferos fueron subidos a tierra queda como testigo mudo de lo que fue esa costa hace siglos.

 51523656  A día de hoy, Guethary es una villa convertida en estación balnearia y sus olas son ahora famosas entre los practicantes de surf. Tan solo algunas pequeñas casitas dan fe de lo que antaño fue esa localidad.

            Hay una publicación que recomiendo leer a todos los interesados en la materia sobre la pesca de la ballena, está editada por el Museo Naval de Donostia, es el libro Balleneros vascos.

      Ayer era día de estreno, bueno, a decir verdad lo estrené yo el sábado, Zaldi luce desde esta semana un práctico enrollador de génova en proa. Se acabaron ya los paseos por la cubierta al arriar esa vela, ya no tendré que cambiarla por el foque cuando suba la intensidad del viento en mar abierto, comodidad, seguridad, que más se puede pedir…

     Salimos de Hondarribia al mediodía, las predicciones de viento son de F1-F2 por la mañana variando entre W y N y aumentando a F3 a partir de las 14 h +/-, mar de fondo de 1,5 m y sol, mucho sol. El día pintaba de primera, así que nos propusimos navegar por aguas nuevas, intentaríamos ir más allá de la bahía de Sokoa. Y lo hicimos, llegamos a la altura de la localidad de Guethary, allí, frente a la localidad donde muchas ballenas fueron sacadas del mar, dimos la vuelta y pusimos rumbo a la bahía de Txingudi. Fueron 21 millas de navegación.

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              Con esas condiciones somos muchos los que hoy salimos a navegar,  el sol brilla en lo alto e invita a ponerse el bañador, el viento llega del N y para salir de la bahía de Txingudi habrá que hacer un par de bordos, el primero nos lleva hasta cerca de Las Gemelas de Hendaia, allí viramos y ponemos proa casi al 290º, el viento está un poco revoltoso,  y no sopla con demasiada fuerza.

            Buenas noticias, enseguida llega el primer role importante del viento, Eolo comienza a soplar casi del W y podemos poner la proa cercana al N para salir enseguida de Txingudi. Dejamos los bajos de Las Erretas por estribor con margen suficiente de seguridad y de nuevo el viento se va hacia el N, es como si nos invitará a navegar lejos…

       Viendo las condiciones enseguida decidimos alargar la previsión de navegación para hoy, le propongo a Marta navegar más allá de Sokoa, si podemos llegar a Bidart pues a Bidart, y si no hasta donde lleguemos. Además, está anunciado que el viento suba algo de intensidad. Vamos comiendo algo mientras navegamos disfrutando de la mar, a la hora prevista el viento sube un poco de intensidad, se ve algún pequeño borreguillo en la superficie y navegamos a 5 nudos a un descuartelar.

IMG_20140608_155609 [1600x1200]  A la altura de Sokoa.

La almiranta creo que está disfrutando de lo lindo, de vez en cuando busca la sombra,IMG_20140608_151045 [1600x1200]

o se va a la proa a disfrutar del mejor lugar de barco. Tras pasar la localidad de S. Jean de Luz me pide el timón, el barco va de cine y se pone a la caña.

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          El viento se está portando, nos está llevando con picos que se acercan a los 6 nudos y sin bajar nunca de los 4´5. A lo lejos ya distinguimos algunas pequeñas playas, Lafitenia, Acotz, Bidart, son pequeños paraísos surferos.

            Tras navegar un par de millas más tenemos al costado de estribor la pequeña localidad ballenera de Guethary, tan solo unas pequeñas casitas y la estación balnearia se dejan ver

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           A poco más de 3 millas por la proa distinguimos Biarritz, algo me dice que este verano navegaremos por allí.

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       Comprobamos la hora y decidimos regresar, media vuelta y proa a Hondarribia. El viento sigue con su trabajo y enseguida navegamos de nuevo frente a Sokoa, ya estamos calculando la hora de entrada en Sokoa.

        Pero…¡¡ oh oh, sorpresa…!! en un minuto el viento desaparece, se va, como por arte de magia. Otros veleros que navegaban cerca del nuestro con rumbo también a Txingudi, se quedan tirados igual que nosotros, esto no estaba anunciado… Llevamos 20 minutos intentando hacer un poco de viento aparente, ponemos el barco de todos los modos y posiciones posibles, tan solo apuntando con la proa al N parece que se mueve algo. La almiranta decide aprovechar el rato de tranquilidad al sol y se tumba en proa.

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          Mientras tanto, el que escribe se encabrona con las velas, lo intento de mil maneras pero no hay forma. Finalmente, tras estar media hora achuchados por el sol decidimos optar por la mayor, ponemos motor y para casa…

        Al llegar a la altura de Las Gemelas observo que los veleros que están delante han sacado de nuevo velas, paro enseguida motor y compruebo que es verdad, hay viento de nuevo, suave pero viento ¡¡ bien !! no me gusta entrar en la bahía a motor, una manía.

        Apenas alcanzamos los 3 nudos, pero me es igual, avanzamos en silencio por Txingudi, el sol está bajando y el paisaje comienza a coger ese tono que solo se ve en los días calurosos, huele a verano.

       De esta salida, como sucede en las bodas, ha salido otra, planeamos para el verano una bonita travesía, intentaremos ir hasta Baiona.