Ayer sábado en compañía de Juanan pudimos completar una bonita vuelta en ese verdadero pulmón de los pirineos. Cierto es que el calor tuvo un protagonismo fuera de lo común para estas fechas, aun así creo que ambos disfrutamos mucho con el recorrido. En los bosque de Irati la primavera llega al galope, solo en las zonas más altas y orientadas al norte se notaba un pequeño retraso en la brotes de las nuevas hojas de las hayas, en el resto, el verde ya a comenzado a ser el protagonista del paisaje. Caminar por los senderos de aquellos bosques es una auténtica delicia para los sentidos, ya durante la aproximación por la carretera que sube desde Otxagabia tuvimos el agradable encuentro con una familia de corzos. Para mi, poder disfrutar de la visión de estos poderosos animales a tan solo unos metros, es más que una razón para viajar hasta este rincón de los pirineos.
Caminar escuchando el rumor de los arroyos que atraviesan los bosques, ver los primeros brotes de las hayas, escuchar a las lechuzas en la oscuridad de la noche o dejarnos llevar por nuestros pasos sin ver un alma en muchos kilómetros, son premios que siempre recibiremos en Irati.
La ruta que completamos ayer, fue planificada de víspera tras apostar entre varios recorridos de la zona. Ascender a Okabe fue una buena idea, ninguno de los dos contábamos en nuestro historial con esa cima asi que se puede decir que fue una jornada bien aprovechada. La ruta comienza partiendo hacia el N desde el parking cercano a la ermita de la virgen de las nieves. Allí, un cartel indicador nos señala el comienzo del itinerario, un GR que lleva a Okabe. Pero nosotros abandonaremos ese GR a los 30 minutos aproximadamente de nuestra partida, daremos un giro hacia el NW comenzando una subida que posiblemente sea el tramo más bonito del recorrido. Caminaremos a menudo junto a cursos de agua y rodeados de abetos y hayas de una gran talla. Llegados al puente Contrasario, cercano al embalse de Irati, daremos un acusado giro hacia el N para acometer la verdadera subida de Okabe. La ruta va dando algunos rodeos buscando las zonas cómodas y avanzando a menudo a media ladera, tras llegar al collado de Oraate solo nos restará afrontar los últimos 150 metros de desnivel para hoyar la redondeada cima del monte Okabe.
Para el retorno a nuestro punto de origen escogimos otros senderos, primeros descendimos al collado de Oraate y allí comenzamos el descenso hacia el sur por una pista asfaltada que abandonamos a los 300 m aproximadamente. Proseguimos por un GR que nace a la derecha de la pista asfaltada y nos introduce en un bosque mixto de hayas y abetos. Luego descendimos cómodamente por el nuevo sendero hasta un punto donde dimos un marcado giro hacia el E, allí iniciamos un tramo que fue ganando inclinación hasta llegar al fondo del valle donde “enganchamos” un cómodo camino que con dirección S nos devolvió al comienzo de nuestra ruta.
Una vez más Irati nos demostró que es único, ya no quedan muchos bosques como aquellos, protejámoslos.
Mapa y perfil de la ruta.
Las fotos del día
2 comentarios:
Irati es un rincón único en el Pirineo por su belleza.
Un saludo!
Gracias Marc, la verdad es que tras una visita a ese lugar vuelves a casa con las pilas cargadas.
Un saludo para los dos.
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