Ayer, viernes 28, pude por fin conocer a Alvaro y a su pareja Ana, hasta entonces hemos sido lo que se dice unos ciber-conocidos. Conocí su aventura a bordo del Corto Maltés a través de internet y enseguida atrapó mi curiosidad. Poco a poco hemos ido ganando en confianza visitando nuestros respectivos blogs, de esa manera llegó la oportunidad de que Alvaro se acercase hasta el Club Náutico de Hondarribia a presentar al Corto Maltés.
Conocer de primera mano la historia de su periplo alrededor de la península ha sido toda una suerte, pero si me quedo con algo es con su persona, su sencillez a la hora de contarnos todo lo sucedido, su afán por trasmitir las sensaciones vividas a bordo de su velero Corto Maltés y su interés por defender la navegación a vela sin grandes recursos.
Es difícil imaginar que a alguien no pueda gustarle un libro como el que parió su aventura, la navegación de dos amigos, él y su compañero Luis, a bordo de un velero de menos de 7 metros y durante 3 meses alrededor de la península ibérica. El libro deja claro a todas luces que se pueden vivir grandes aventuras con poco recursos, tal vez, el más preciado de ellos por lo poco que disponemos de él en esta vida, el tiempo libre, sea el más complicado de conseguir. Alvaro explica con todo detalle en su libro el coste económico que supuso el viaje, fueron 381 euros por persona y mes, quizás, como he dicho antes, disponer de esos tres meses libres sea lo más complicado de conseguir, pero desde luego que no imposible, siempre hay un recurso para sobrepasar un obstáculo.
Alvaro nos lleva de la mano por todos los puertos en los que hacen escala, nos transmite sus vivencias a bordo del velero y nos describe unos paisajes que en numerosas ocasiones creemos que solo existen en otros mares lejanos. Queda claro en el libro que las costas de España y Portugal dan mucho de si, más de lo que imaginamos. También hay que decirlo, tuvieron sus momentos complicados, momentos ocasionados más por la torpeza y mal hacer de otras personas que se encontraron en algunos puertos, que por otros motivos. El capitán del Corto Maltés defiende continuamente la solidaridad, compañerismo y ayuda que debería de estar siempre presente entre los hombres de mar, algo que da la sensación se está olvidando.
Tras la presentación en el Club Náutico pude compartir mesa durante una cena con unos cuantos amigos y con Alvaro y Ana, creo que ya no somos ciber-conocidos, ya somos amigos. Un abrazo enorme para ti Alvaro, y un beso muy grande para Ana.
1 comentario:
Gracias como siempre, Fernando, por tus palabras. Para nosotros también fue un lujo conocerte y conocer a tu grupo. Ojalá podamos navegar juntos próximamente. Y te recuerdo que me indiques cómo conseguir tu libro.
Un abrazo
Alvaro.
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