domingo, 18 de octubre de 2015

Otoño, la estación de las setas. Una sencilla receta.

         En esta ocasión no voy a escribir sobre la mar, la vela o la montaña, tocaré un tema del que soy un simple aficionado, pero del que mi madre, que fue cocinera, me ha trasladado muchos conocimientos y con el que disfruto a menudo. 

      Estamos en pleno otoño, la estación del año en la que más setas salen en nuestros bosques. Es unos años la afición de recolectar diferentes especies ha aumentado considerablemente, es raro caminar en esta época por un bosque y no encontrarse con alguien que porte una cesta.

       Este año las condiciones meteorológicas están siendo muy benévolas, de momento hay ausencia de heladas, las temperaturas son bastante suaves y de vez en cuando aparece algún día que llueve algo. Con todos estos ingredientes, nuestros bosques nos están invitando a darnos paseos cesta en mano y ojo avizor…

      Por suerte la mayoría de las personas que van a recoger setas se dedican a recolectar solo unos pocas especies y la que gana por goleada es el hongo ( Boletus ). No vamos a negar que están riquísimos, pero no son la única especie que merece recogerse y cocinarse, hay muchas otras especies que son un verdadero manjar.

       Hace unas semanas nos fuimos a unos bosques de robles y hayas y allí pudimos encontrar algunos Boletus.

Boletus aereus Ontto beltza

Pero no fueron la única especie que vimos, una gran cantidad de “zizas ori” ( Cantharellus Cibarius ), conocidas también como rebozuelos, aparecieron en aquel bosque.

Cantharellus cibarius. Zizaori

         Pero lo mejor de todo fue el hallazgo de unos cuantos ejemplares de Amanita Caesarea, la considerada como  la reina de las setas, por algo dicen que es la seta de los césares…

Amanita cesarea

        La falta de conocimiento de estas setas por parte de muchas personas hace que aún se puedan encontrar otras especies diferentes de los apreciados Boletus. La última especie de la que hemos disfrutado en casa ha sido la conocida como “Trompeta de la muerte” ( Craterellus Cornucopioides ). Ya sé que su nombre no invita a disfrutarlas, pero son unas setas riquísimas, tienen un un sabor intenso que puede combinar a la perfección con una carne guisada, con arroz o con un plato de pasta. Esta es una buena época para recogerlas, crecen en bosques de hayas o robles y principalmente en zonas un tanto húmedas. Es un claro ejemplo de como una seta con aspecto no muy atractivo suele ser dejada sin recoger en los bosques.

  trompetas-de-la-muerte-foto

         Hoy, como he dicho, hemos cocinado unas cuantas Trompetas de la muerte, ha sido una receta sencilla, pero con un sabor muy intenso. Dejo un pequeño vídeo de la receta puesta hoy en práctica.

3 comentarios:

Paco Pineda dijo...

Fernando, mira que hacerme segregar jugos gástricos a estas horas... ¡peroquemaloqueeres, puñetas!... y que suerte que tenéis... porque por aqui abajo, aparte de los dichosos níscalos cultivados y los consabidos champiñones... hay que conformarse con la bolsa de setas/hongos secas o con las setas/hongos en conserva...y un arrocito con setas, está para chuparse los dedos... ainssssssss

Fernando dijo...

Paco, me parece que tu también eres de los de mejor regalarte un traje que invitarte a cenar...
El bosque nos regala auténticos manjares, aunque la mar no se queda corta.

A cuidarse.

Paco Pineda dijo...

Hombre Don Fernando, para que nos vamos a engañar... ya decía mi Señor Padre (que en gloria esté) hace muchos años que "este niño es la mejor cuchara de Europa y parte del extranjero"... jejejeje... y ya sabe Usted... "honraras a tu padre y a tu madre..."