domingo, 1 de agosto de 2010

Los premios de las montañas

Poder recorrer estos senderos en compañía de Antton y JoseMi va a ser algo imposible de olvidar. Cierto es que terminé con las rodillas crujiéndome mientras descendía del ibón de Atxerito, los 2.000 m de subida y los 2.000 de bajada junto con los 28 km de recorrido hicieron claramente mella en mi. Ahora bien, también no es menos cierto que sarna con gusto no pica, todos esos dolores quedan amortiguados por las sensaciones vividas durante la jornada. Muchos echarán en falta una renombrada cumbre en ese recorrido, pero a mi es algo que nunca me ha importado, en mi interior siempre ha habido un mismo sentimiento, la cumbre no tiene por que ser el objetivo siempre, cada uno ve las cosas con un prisma diferente.
La de ayer comienza en Guarrinza, en el Valle de Hecho. Hay que seguir en la primera parte de la ascensión el sendero que conduce al ibón de Atxerito, pero en una clara revuelta en el camino se separan los senderos que llevan a las Foyas de Sta María y al ibón. Sin demasiado esfuerzo se alcanzan las Foyas y a partir de ese punto el terreno se empina considerablemente aupándonos en menos de una hora desde el altiplano de Sta María a un collado existente entre el Lariste y el Marmida. Allí tuvimos nuestra primera recompensa del día, un gran mar de nubes que abarcaba todo el valle de Aspe y que se extendía aun más lejos nos esperaba en la otra vertiente.          
Desde esa atalaya natural podíamos ver parte del sendero de bajada que nos llevaría hasta el valle de Labrenére, el trazado del mismo tenía un aspecto muy atrayente, jugando con el vacío se acercaba a las paredes que sostienen la cima del Marmida.
Sin muchos titubeos comenzamos el descenso hacia las nubes, no nos costó mucho trabajo alcanzarlas, tan solo fueron necesarios perder 200 m de desnivel para vernos envueltos por el humo de los cielos. Gracias a los gps algún momento de duda se solucionó sin demora y llegamos sin novedad a las cabañas de Bonaris. A partir de ese punto el camino se nos hace familiar pues tan solo hace unas semanas de nuestra ascensión al Bacqué y descendemos todo el verde valle de Labrenére hasta el parking que hay a su entrada. A continuación vino el tramo menos agradable del recorrido, teníamos que encontrar una manera de enlazar Labrenére con el Pont de Lamary en el Valle del Gave de Ansabére.
Fueron unos pocos km de pistas de granjas incluyendo el paso de alguna alambrada siempre bajo el techo de las nubes que se negaban a desaparecer.
Una vez en el Pont de Lamary hicimos un alto para comer algo, nos esperaba por delante un buen tramo en ascenso ya que desde el collado junto al Marmida perdimos unos 1.000 m que ahora tocaba recuperar.
Empapados por el sudor y el húmedo ambiente llegamos a las cabañas de Ansabére, en ese punto se da un giro al sur y se enfila hacia el Lac d´Ansabére que nos espera casi 300 m más arriba. Nuestros pensamientos ahora no son otros que poder ver despejado todo lo que rodea al minúsculo ibón. Tras superar un empinado repecho llegamos a la laguna pirenaica, y para desgracia nuestra las nubes no se mueven. Un pastor que cuida su rebaño de cabras junto a la orilla nos saca una foto a los tres juntos mientras nos dice “ mañana bueno “…ya, pero mañana no nos vale, tenía que ser hoy.
La última esperanza que nos queda de ver las nubes por arriba es alcanzar el collado que nos espera entre La Chourique y la Peña del Ibón. En media hora nos plantamos en la horcada, y como si las nubes estuvieran esperándonos para irse al valle comienza a verse un panorama simplemente precioso, segundo premio del día.
Aparecen como fantasmas surgidos de la niebla Ansabére, Atxerito, La Mesa de los Tres Reyes, también vemos los Billares, Dec de Lhurs, estamos casi casi flotando en una nube… . Proseguimos un tramo hacia la Peña del Ibón por el cordal que hace de línea divisoria entre las dos vertientes, de nuevo las nubes nos regalan otra vista inolvidable y el Lac d´Ansabére se nos aparece 200 m por debajo nuestro.
Ahora es el sur el que manda, la llamada del ibón de Atxerito es irrechazable, lo habíamos hablado durante el día, “ si hace bueno nos bañaríamos “. Fieles a nuestra palabra descendemos la ladera que nos separa de la orilla y nada más llegar y comprobar que la temperatura del agua es medianamente aceptable nos quedamos en cueros y sumergimos nuestros resentidos cuerpos en las frescas aguas pirenaicas. Nos sacamos unas divertidas fotos para el recuerdo y el baño lo prolongamos unos 10 minutos, tercer premio del día.
Al salir del agua parece como si los músculos y articulaciones nos dieran las gracias por la zambullida, nos dejamos secar por una suave brisa y al rato ya estamos de nuevo en pleno descenso hacia Guarrinza. Mis dos compañeros se dan cuenta de una posibilidad de acortar terreno, bajando por una empinada ladera nos ahorraríamos casi 1/2 hora, me parece una buena idea y aunque no les hace gracia les animo para que bajen ellos sin mi, mis rodillas en ese descenso se iban a resentir más de la cuenta y prefiero bajar por el sendero normal hasta Guarrinza que aunque es más largo también es más tendido.
Finalmente pude convencerles para que bajaran sin mi y yo dediqué ese último tramo del día a repasar mentalmente todos los intensos momentos vividos  desde la mañana.

Las imágenes del día
http://picasaweb.google.es/elandua/LosPremiosDeLasMontanas?authkey=Gv1sRgCJWHp-anzJScxAE#slideshow/5495729453197323170

El track en Wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1038661




Entre Hecho y Lescun from Fernando BD on Vimeo.

1 comentario:

Kepa (Mendiak) dijo...

pues el domingo estaba yo en Acherito
si os veo aparecer os apedreo
que nooooooo,me hubiera llevado un alegron